Es increíble pensar que aun en la actualidad después de leer tanto y tener el conocimiento necesario para evitarlo, seguimos construyendo ídolos en nuestra vida que están quitando el lugar merecido a Dios.
Un ídolo es una persona o cosa excesivamente amada o admirada que roba el lugar que le tendría que pertenecer a Dios.
Y es que cuando hablamos de ídolos no solo se tiene que pensar en figuras de piedra, madera u otro material, aunque la Biblia es clara y Dios aun lo es mas en decir sobre esa clase de ídolos: “Reúnanse y acérquense. Hay gente ignorante que carga ídolos de madera y ora a dioses que no pueden salvar. Esa gente no entiende nada” Isaías 45 (Traducción en lenguaje actual).
Definitivamente y viéndolo desde el punto que lo queramos ver, los ídolos hechos por manos humanas jamás, léelo bien, jamás serán avalados por Dios: “Dios mío, ¡tú vives para siempre! Tú defiendes a tu pueblo y le tienes compasión. Los dioses de otros pueblos son hechura humana; ¡son ídolos de oro y plata! De nada les sirve tener boca, porque no pueden hablar; tienen ojos, pero no pueden ver; tienen orejas, pero no pueden oír; ¡ni siquiera pueden respirar! ¡Pues iguales a esos ídolos son quienes los hacen y quienes creen en ellos!” Salmos 135:13-18
Atte_ Marjorie Anabell