La Navidad en soledad
¡Cuántas veces hemos soñado que esta Navidad será diferente...! Pero llegado el momento siempre estamos esperando a quien tanto amamos, a nuestras familias que extrañamos tanto, a ese amor que tenemos y no podemos abrazar… No podemos estar juntos porque nos separa un océano, y seguro que cuando hablemos por teléfono lloraremos y nos prometeremos una vez más que la próxima vez estaremos juntos… y no queda más que seguir con la esperanza que así será, porque confiamos y estamos seguras que nos aman de igual manera… La Navidad en soledad es triste, pero es entonces cuando debemos levantarnos de esa tristeza y mirar lo que nos rodea: quizás hay personas que sufren otras clases de soledad o necesidad, apoyemos nuestro corazón en aquellas personas. Pon tu mente que serás feliz, que la noche de Navidad harás todo lo posible para que seas feliz y para que otras personas también lo sean. Agradezcamos a Dios por todas las bendiciones que hemos recibido, demos gracias que gozamos de buena salud. Todo aquello por lo que hoy sufrimos un día pasará, o llegará la solución que tanto esperamos… y si no llega es que sólo es una ilusión que nos inventamos para no sentirnos tan solas. Incluyamos a Jesús en nuestras vidas en esta Navidad y descubramos para que hemos sido creados. Démosle gracias a Dios por haber enviado a su Hijo a salvarnos, celebremos no solamente su Nacimiento sino también su muerte la cual nos salva verdaderamente de la muerte del pecado. Meditemos la venida del Salvador del mundo y vivamos para siempre. Hagamos cada día de nuestras vidas una verdadera Navidad donde Jesús nace no en una cueva fría de Belén sino en nuestro corazón. Démosle la bienvenida y amémosle con todo nuestro corazón, con toda nuestra mente y con toda nuestra fortaleza. Dejemos que Cristo nazca de nuevo en nuestra vida y nazcamos de nuevo a la vida eterna. Jesús te ama.... Con todo mi amor GIANNELLA
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