Muchos cristianos están sufriendo una crisis de identidad. Saben que son salvos, pero no saben en realidad qué pensar sobre sí mismos. Hagamos una pequeña prueba. ¿Se considera usted un pecador salvo por gracia, o un santo que de vez en cuando peca? Ambas afirmaciones son ciertas, pero la primera piensa en su identidad pasada, mientras que la segunda se centra en la percepción que el Señor tiene de usted en el presente.
Si somos creyentes, la Biblia le dice que somos santos (v. 2). Pero muchos de nosotros nos seguimos viendo como el viejo pecador, que ha sido perdonado, pero que no ha cambiado. Sin embargo, el Señor dice que cualquiera que está en Cristo "nueva criatura es; las cosas viejas pasaron" (2 Co 5.17). De eso se trata nacer de nuevo. No podemos volver a ser jamás lo que éramos antes.
La solución a esta crisis de identidad es cambiar nuestra manera de pensar acerca de nosotros mismos. Si no lo hacemos, dependeremos de cómo nos sentimos, y Satanás nos bombardeará con recordatorios de nuestros fracasos y pecados. él quiere que nos mantengamos enfocados en que somos unos pecadores, porque sabe que el reconocimiento de nuestra santidad nos llevará a vivir como santos. Seremos motivados y fortalecidos para obedecer a Dios, y el diablo perderá su punto de apoyo en nuestras vidas.
Jesús no vino simplemente para salvarnos del infierno; él quiere vivir su vida a través de usted. En Cristo, usted tiene una nueva identidad que ha sustituido a la antigua. Si se concentra en quién es ahora actuará como tal, y experimentará el gozo de una vida cristiana victoriosa.
Dr. Charles F, Stanley
Padre te damos infinitas gracias en el dulce nombre de Jesús, pues gracias a ese encuentro maravilloso con Tu Amado Hijo Jesucristo soy una nueva criatura, he recuperado mi verdadera identidad y se que soy una mujer más que vencedora en Cristo Jesús, y que todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Te ruego que fortalezcas mi fe, que Tu Santo Espíritu me ayude a permanecer en mi prime amor, que cada día sea más intima mi relación Contigo, porque sin Ti nada soy y nada puedo hacer. Gracias por el privilegio que me has dado de ser Tu hija, dame un espíritu de obediencia a Ti, que ame tus leyes, decretos y mandamientos, que nada me aparte de las sendas de santidad y que reconozca de inmediato mis faltas, pecados y fallas para ponere a cuentas con mi prójimo y contigo, no permitas que nada ni nadie me robe la paz y el gozo, satura de amor, misericordia, generosidad, piedad, mi corazón haciéndome una mujer dadora alegre y que no sea una demandante, que pueda servirte con amor y pasión todos los días de mi vida y con un corazón humilde y agradecido te alabe, te adore, en espíritu y verdad porque no hay otro dios como Jehová, ni otro dios que se asemeje a Ti, grande eres, poderoso, soberano e inmutable digno de todo loor y gloria por los siglos de los siglos. Amén
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas sus áreas