"Algún día estaremos en gloria y mirando el rostro del Señor diremos:
Oh Dios, gracias te doy porque no me desechaste a pesar de mi camino perverso y torcido, y me pusiste en tus perfectos caminos.
Te doy gracias porque me condujiste a rendir mi vida humilde a ti. Te doy gracias que día a día, al caminar en el sendero del servicio, me permitiste recoger una por una las hebras doradas del propósito que tenias para mi vida.
Te doy gracias que tal como un sendero sube por los costados de una gran montaña, el sendero de la vida ha sido un continuo avanzar a través de las tinieblas, en la luz, en las tormentas, en sombras, en debilidades y lágrimas, en fracasos y vacilaciones, y me has conducido hasta el final predeterminado. Ahora que veo mi vida terminada, ya no por espejo en oscuridad, sino cara a cara ante el esplendor de tu gloria, te doy gracias, oh Dios, te doy gracias que todo aconteció conforme a tu plan..."
James Mc Conkey citado por Sra. Cowman en 'Manantiales En El Desierto'
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