ES CIERTO, AUN NO VES NADA.
Tienes razón... No hay perspectivas... Aun las cosas no se van enfilando como lo esperas, al contrario, todo peor... ¡Qué decepción! ¡Qué tristeza! ¡Qué frustración! Después de un corto período de esperanza, otra vez te has desanimado al no ver las cosas claras. Pensaste que lo estaban, pero no, todo igual o peor que antes... En tu desesperación, más de alguna vez has considerado proceder como Dios NO te lo ha permitido, pero te has detenido. Aunque aun no veas nada, sabes en el fondo de tu corazón, que las cosas darán un giro radical y repentino... Lo sabes, porque Dios te lo ha prometido y también porque en situaciones específicas pasadas pudiste comprobarlo... ¡Acuérdate! ¡Acuérdate! Trae a tu memoria esas palabras oportunas que Dios te dio y que llegaron en el momento que las necesitabas... ¿Te acuerdas? Trae a tu memoria esas acciones inesperadas de parte de Dios cuando ya no veías nada... ¿Te acuerdas? ¿Qué grado dificultad tiene para Dios el problema por el que ahora atraviesas?... ¡Ninguno! ¿Te acuerdas cuando no veías nada?... ¿Y qué paso después?... ¡Problema resuelto! Y ahora, que no ves nada, la historia se puede repetir... Solo ten fe... Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Hebreos 11:1
Dios te Bendiga!!!
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