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El evangelio de la "superprosperidad"
Las orientaciones sobre la "superprosperidad" van en contravía de una realidad que no podemos desconocer. En la Biblia leemos que el día que el Salvador vino a morar entre nosotros, un ángel se lo comunicó a unos pastores que pasaban la noche en el campo para cuidar de sus rebaños. Les dijo:"Hoy les ha nacido en la ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. Esto les servirá de señal: Encontrarán un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre" (Lucas 2:11, 12. Nueva Versión Internacional).
Nuestro Salvador Jesucristo nació en una pesebrera, donde se alberga a las vacas y a los burros. Pobre. Y cuando murió, lo enterraron en una tumba prestada. Claro, Dios quiere prosperarnos, pero el centro de nuestro andar cristiano no deben ser las posesiones materiales sino tener una buena relación con Dios, con nosotros mismos y con aquellos que nos rodean. ¿De qué sirve ser ricos si estamos en crisis?
Dios es el único que transforma nuestra existencia. Aún si estamos en situaciones difíciles y aun cuando no haya un peso en el bolsillo, Dios nos permite tener paz y armonía interior.
A propósito, ¿ya recibió a Jesucristo como Señor y Salvador? Hoy es el día para que tome esa decisión. Es una oportunidad que no podemos dejar pasar.
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De: Perla |
Enviado: 16/02/2012 15:03 |
Cuando conocemos al Dios viviente, y tenemos una genuina relación con Él aprendemos a desmaterializarnos, a despojarnos de TODO aquello que pueda obstaculizar nuestra relación con el Gran Yo Soy, gracias al perfecto sacrificio de nuetro amado Rey y Señor, Redentor y Salvador que me abrió el camino para llegar al Padre, hoy puedo decir que soy más que millonaria en Cristo Jesús, Él en Su infinito amor y su eterna misericordia sabe de qué tengo necesidad y suple todas mis necesidade, concede hasta el más mínimo deseo de mi corazón. Tengo realmente, más de lo que necesito, me bendijo y me bendice con toda bendición espiritual, física y material, porque escrito está: "Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura" Y lo hermoso es que, el tener posesiones, bienes, ya no es algo tan importante, si es necesario dejarlo todo, se deja y se cotinúa con el mismo gozo porque Jesús lo llena todo en todo, con Él ya no necesitamos nada.Ya no estamos solos, Él es nuestro alimento, Quien sacia nuestra sed, nuestro Médico de médicos, nuestra medicina, nuestro Refugio, no hay nada que se compare con nuestro Majestuoso, Poderoso, Inmutable y Soberano Dios. El gozo y la paz que diariamente disfrutamos no se debe a las posesiones o porque todo marche bien, se debe a que Él vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
Perla
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