No podemos vivir en el pasado
Quien vive atado al pasado jamás disfruta el hoy. En la Biblia nuestro amoroso Padre celestial nos instruye a dejar atrás todo aquello que nos causa dolor y abrirnos a la vida que Él tiene para nosotros: "Pero olvida todo eso, no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues a punto estoy de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado!¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía." (Isaías 43:18, 19. Nueva Traducción Viviente).
Desde el momento en que recibimos a Jesús como Señor y Salvador, emprendemos una existencia renovada. Los hechos dolorosos no pueden seguir ocupando un lugar relevante en nuestro ser. Son cosa del ayer y allí deben quedar.
Probablemente somos ustedes y yo quienes nos negamos a las enormes oportunidades que Dios tiene para nosotros. Miramos el ahora, el hoy, lleno de nubarrones con el panorama delante nuestro, totalmente ensombrecido. Eso es lo que "queremos ver", no lo que el Señor nos ofrece. Es necesario entonces, renovar nuestra forma de pensar (Cf. Romanos 12:2)
Recuerde: Dios tiene lo mejor para usted. Basta que se decida a vivir conforme Dios lo quiere, en bendición y prosperidad, y no en ruina y fracaso como quizá se encuentra.
Si tiene alguna inquietud, por favor, no dude en escribirnos. Ah, y por favor, que no pase este día sin que haya tomado la mejor decisión: recibir a Cristo como Señor y Salvador.