Por: Evang. Yiye Ávila*
El año 2006, ha sido, hasta ahora, uno muy difícil. El desorden y la complicación política que vivimos no es sólo de nuestro país, sino que es una situación a escala mundial. La situación empeora y debe despertarnos a la realidad
de lo inminente del Arrebatamiento de la Iglesia,
cuando vemos a Israel, el reloj profético de Dios, inmerso en una guerra justo antes del Rapto.
“Israel debe ser borrado de la faz de la tierra”,
“Israel no tiene derecho a existir”,
“Israel debe desaparecer del planeta”;
son los enemigos de Israel que esperan por la oportunidad para atacarle y destruirle. Pero Israel es Israel, el pueblo de Dios y es Él quien responderá por “Su hijo”.
“Y en aquel día yo pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que se la cargaren serán despedazados, bien que todas las naciones de la tierra se juntarán contra ella”
(Zacarías 12:3).
Como nota al calce, recientemente se conmemoró el 61 aniversario del “estreno” de la primera arma nuclear; la que dejó una estela de heridos y 270 mil muertos en Hiroshima y Nagasaki.
Este terrible hecho bélico se realizó por la única razón de terminar una guerra y lo lograron, pusieron fin a la segunda guerra mundial, en 1945. ¡Irónico, verdad! Pero esto no nos debe alarmar “.
..oiréis de guerra y rumores de guerras...
es necesario que todo esto acontezca... mirad que no os turbéis. ... se levantará nación contra nación y reino contra reino...”
(Mateo 24:6-7).
En el mundo espiritual el asunto no es más esperanzador, por el contrario, la Palabra de Dios se está cumpliendo en forma alarmante. La persona del Señor Jesucristo está siendo atacada en forma implacable y puesta en tela de juicio Su divinidad y obra redentora.
La Palabra dice: - “Mirad que no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo:
Yo soy el Cristo, ...mas no vayáis en pos de ellos” (Lucas 21:8).
Tristemente, la reacción de una gran cantidad de personas cuando aparecen estos elementos con doctrinas raras y otras, que rayan en lo esotérico, en la blasfemia y herejía es todo lo contrario.
Se van detrás de ellos dejándose embaucar sin importarles para nada su eternidad.
Sólo piensan en el momento presente.
Estos burladores de la fe tienen la consigna de distraerte en el camino con mensajes genéricos, que “parecen ser”
pero no son la realidad bíblica,
y cuyo único fin es que te pierdas por la eternidad.
Son muchas las publicaciones, sectas, movimientos y películas que han sido y son una trampa espiritual para muchos.
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