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De: Perla (Mensaje original) |
Enviado: 23/02/2012 17:13 |
Uno en esencia
La lucha de la iglesia primitiva por la doctrina de la Trinidad
Hubo un tiempo cuando el Hijo no fue tal”. A comienzos del siglo IV, un joven sacerdote de Alejandría llamado Arrio comenzó a usar estas palabras para enseñar que Dios Hijo y Dios Padre no eran iguales. El Padre fue el Creador, decía, y el Hijo su primera y más grande creación, lo cual era una tácita negación de la Trinidad
Arrio ganó adeptos rápidamente, debido en parte a que sus ideas parecían lógicas para la mentalidad griega adoptada por los romanos de ese tiempo. Pronto la todavía joven iglesia comenzó a dividirse en partidarios y opositores de Arrio, hasta que el emperador Constantino reunió a los líderes de la iglesia para resolver el conflicto.
Cuando la enseñanza de Arrio comenzó a dividir la iglesia en Alejandría, el emperador instó a los obispos de allí a resolver el problema a nivel local. Pero, cuando eso pareció imposible, Constantino envió por ellos, pidiendo a todos los líderes de la iglesia que se reunieran en Nicea —o la actual Iznik, en Turquía— para responder la pregunta arriana: ¿Es el Hijo semejante al Padre?
A pesar de que fueron invitados más de 1.800 obispos, solo 318 de ellos vinieron a la ciudad. El historiador, Teodoreto, basándose en relatos de testigos oculares, dijo que los obispos parecían “un ejército de mártires ensamblados”. Los hombres eran veteranos del largo ataque del imperio al cristianismo: algunos habían perdido los ojos o las extremidades, y casi todos llevaban las “marcas de Cristo” como resultado de las persecuciones que enfrentaron bajo los antecesores de Constantino.
La asamblea no perdió tiempo para condenar los puntos de vista de Arrio. El concilio elaboró una declaración de fe que rechazaba la herejía arriana y protegía contra cualquier futura doctrina equivocada en cuanto a la identidad del Hijo y a su papel dentro de la Trinidad. Las importantes frases que siguen a continuación fueron insertadas en un texto bautismal que ya existía, más sencillo, formando lo que conocemos hoy como el Credo de Nicea*.
“Unigénito”—Indicando la especial y eterna relación del Hijo con el Padre.
“Luz de luz, Dios verdadero de Dios verdadero”—Afirma la naturaleza eterna del Hijo, compartida con el Padre.
“Engendrado, no creado”—Refuta explícitamente la doctrina central del arrianismo, de que el Hijo fue creación del Padre.
“Consustancial con el Padre”—Esta frase es la traducción de la palabra griega homoousious. El Hijo comparte la misma esencia del Padre, y no fue creado de la nada junto con el resto de la creación.
El concilio terminó un mes después de su inicio. Todos los obispos, con excepción de cinco de ellos, ratificaron el nuevo credo, y los que se opusieron, junto con Arrio, fueron exiliados. Los vencedores habían peleado y ganado una importante batalla en favor de la fe cristiana.
Una declaración de doctrina cristiana bastante simple, el credo —el cual sería aclarado más en los años siguientes— marcó la pauta para los futuros concilios, que purificarían más la teología cristiana, y la defenderían de sus enemigos
Yo y el Padre uno somos —Juan 10:30
...para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,....Juan 7:2En su última petición Jesús, ora por la unidad de los creyentes de futuras generaciones.La unidad que pide no es de naturaleza organizacional sino espiritual, la cual semanifestará de manera visible en la vida de la iglesia y daría testimonio de la divinamisión de Cristo. La unidad de la iglesia alcanzaría su consumación en el cielo. En Su amor y mi amor
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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Yo y el Padre uno somos —Juan 10:30
...para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti,.... Juan 7:2..................
Cuando Dios hizo la creaciòn desde el principio, dijo: HAGAMOS AL HOMBRE.
Esto quiere decir que ya existìan las tres personas unificadas, Dios Padre, Dios Hijo y
Espìritu Santo, es uno mismo, pero los tres cumples diferentes funciones, Dios el
Creador, abastecedor, y perdonador, El Hijo, ejemplo, sacrificado por nuestros
pecados es decir Salvador, El Espìritu Santo, consolador, guia que permanece,
los tres velan por el hombre, sin ellos no existirìa comuniòn con el hombre,
porque el hombre necesita de los tres.
araceli |
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