Lágrimas de Miedo
Lectura: Apocalipsis 5:1-12 Y lloraba yo mucho, porque no había hallado a ninguno digno de abrir el libro... —Apocalipsis 5:4
Juan, el gran apóstol y aquel a quien Jesús amaba, rompió en llanto. En una visión que tuvo cuando estaba preso (Ap 5:1-12), Se encontró frente al trono de Dios mientras se revelaban los eventos futuros. En el cielo, Juan vio que Dios levantó un libro sellado. Mientras observaba las glorias de la presencia del Señor, lloró, porque no veía a nadie que lo pudiera abrir, nadie que tuviera el poder para exponer la revelación final de Dios y para completar el último capítulo del drama de la historia.
Cuando era apóstol, Juan había visto el poder del pecado del mundo; había sido testigo de la vida y de la muerte de Jesús en la tierra para vencer el mal. Pero, en esta ocasión, tuvo miedo, porque no veía a nadie digno de abrir el libro y de derrotar para siempre ese pecado (v.4).
Imagina la escena que tuvo lkug a continuación. Un anciano se acercó a Juan y le dijo: "no llores", y señalo a Alguien que él conocía: "He aquí [...] el León de la tribu de " (v.5). El apóstol miró y vio a Jesús; el único co poder para tomar el libro, abrir los sellos y completar la historia. Las lágrimjas de Juan se secaron de inmediato, y millones de ángeles proclamaron: "El Cordero [...] es digno (v.12).
¿Estás llorando? Mira quién está aquí.... el amigo de Juan: Jesús. Él es digo. Entrega todo en Sus manos, para que Él se haga cargo de todo.
Jennifer Benson Schuldt
Al que está sentado en el trono sea la gloria, la honra, el imperio y el poder; Él es digno de la suprema alabanza y de la suprema adoración. Nuestro amigo fiel, nunca nos falla y Él sabe llevar nuestras cargas porque Él vino para darnos vida y vida en abundancia. Alabale y adorale porque Él vive y reina por los siglos de los siglos. Amén
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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