Ahora, cuando las diversas necesidades te apremian, es cuando más has de enfocarte en ayudar a los demás en la medida de tus posibilidades. En esta actitud va implícita la convicción que Dios jamás te dejará a la deriva, ni te dejará con las manos vacías, sino que tendrá un cuidado oportuno y especial en todas tus cosas.
ENFOCATE EN LAS NECESIDADES DE LOS DEMAS, PUES DIOS VELARA POR LAS TUYAS.
Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
BIENVENATURADO EL HOMBRE QUE TIENE EN TI SUS FUERZAS, EN CUYO CORAZòN ESTàN TUS CAMINOS. si estamos en èl, y confiamos en èl, obedecemos a su palabra, entonces sabremos hacerle un bien a nuestro semejante.