Un tiempo para esperar en oración JOSUé 7.1-13
Josué vio la poderosa mano de Dios en acción muchas veces, desde que cruzaron el Mar Rojo, hasta que se vinieron abajo los infranqueables muros de Jericó. Pero, después, el comandante hebreo experimentó una derrota desastrosa.
Inmediatamente después de la conquista de Jericó, sus asesores le recomendaron avanzar para derrotar a la ciudad de Hai. Josué aceptó su sugerencia, esperando tener éxito. En cambio, los israelitas se replegaron atemorizados después de que 36 de sus hombres cayeron en la batalla.
¿Por qué - se preguntó José - les hizo esto el Señor (Jos 7.7-9)? Pero él había interpretado mal la situación; no fue Dios quien causó ese desastre. El problema se originó en el ejército hebreo, cuando un israelita tomó el botín prohibido después de que Jericó cayó. Por no haber buscado Josué el consejo de Dios, no supo que había un problema hasta que fue demasiado tarde.
El hombre que había pecado fue ejecutado, junto con su familia. Entonces Dios le dijo a Josué que ya podía tomar Hai. Esta vez, limpio de iniquidad y obedeciendo la dirección divina, el ejército tuvo éxito (Jos 8). Esta historia contiene dos lecciones vitales. Primero, es fundamental enfrentar al pecado de manera rápida y total. Segundo, antes de tomar acción, debemos esperar la dirección de Dios.
¿Está usted tratando de ganar una batalla con sus propias fuerzas? Examine su corazón y asegúrese de que se ha arrepentido de todo pecado. Luego, pida la dirección de Dios para no adelantarse a los planes de él, porque aunque pueda resultar difícil, el resultado final bien vale la espera.
Dr. Charles F. Stanley
Amado Padre, en el nombre de Tu Hijo Jesucristo te damos gracias porque hemos comprendido que esperar en Ti es lo mejor que podemos hacer, porque nuestra confienza está en Ti que todo lo sabes y todo está bajo tu preciosa soberania, nada de lo que nos acontece te es desconocido y solamente Tú concoes cuál es la mejor salida, Te rogamos que nunca partes de nosotros Tu Santo Espíritu y que sea Él haciendonos adoradores en espíritu y verdad, porque no hay nada mejor que alabarte y adorarte mientras Tú resuelves nuestros problemas y nos permites salir brillando como oro fino. En Tus manos está nuestra vida y todo lo que nos acontece y fuera de ellas no deseamos estar. Permítemos habitar bajo la sombra de sus alas porque Tu pele asnuestras batallas, porque siempre te alabaremos y te daremos gloria y honra todos los días de nuestra vida y te serviremos con amor y pasión. en el nombre de Cristo Jesús, Amén.
Ministerio Mujeres en VictoriaSomos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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