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Dios está en actividad JUAN 5.16-19
En toda la Biblia vemos a Dios actuando en la vida de las personas. A veces, actúa de una manera dramática, como cuando dividió las aguas del Mar Rojo para permitir que los israelitas escaparan del ejército egipcio. En otras ocasiones, puede parecer como si no estuviera haciendo nada. Marta y María enviaron a decir a Jesús que su hermano necesitaba su ayuda, pero Cristo se dilató en llegar a ellos (Jn 11.3-6).
Nuestro Padre celestial nos ha dado el Espíritu Santo para ayudarnos a reconocer su presencia y su obra. El Espíritu desarrolla en nosotros discernimiento espiritual para que podamos ver a Dios obrando.
Además de discernimiento espiritual, debemos desarrollar paciencia, porque el Señor actúa de acuerdo con su agenda, no la nuestra. Después de haber recibido la promesa de que tendría una descendencia numerosa, Abraham tuvo que esperar hasta que él y Sara estuvieran más allá de la edad de tener hijos, antes de que ella concibiera. La impaciencia puede llevarnos a tomar las cosas en nuestras manos y cometer errores.
Lo que el Señor hace puede producir regocijo, como fue el caso de Ana cuando dio a luz un niño (1 S 1.27–2.1). Su plan puede también llevar a días de sufrimiento, como fue la experiencia de José. Antes de que el Señor lo elevara a una posición de autoridad para ayudar a su familia, fue vendido como esclavo y encarcelado injustamente.
Jesús dijo a sus discípulos que su Padre estaba siempre en actividad, y lo mismo él. Seremos alentados y fortalecidos cuando reconozcamos las maneras como Dios está actuando. Estas vislumbres de su obra nos motivarán a resistir hasta el final, y a mantener una perspectiva agradable a Dios. Dr. Charles F. Stanley

En Su amor y mi amor,

Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas.
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