El verdadero crecimiento espiritual SANTIAGO 1.17-27
Si usted quiere madurar de verdad espiritualmente, no basta con solamente ser instruido por la Palabra de Dios. Es posible que le encante ir a la iglesia o escuchar programas de radio cristianos. Puede hablar de todo lo que oye y dar por sentado que está creciendo, porque su conocimiento está aumentando. Sin embargo, si no se une en realidad más a Dios dejando que su Palabra le transforme interiormente, su mente simplemente seguirá llenándose de información. Es posible que, incluso, parezca una persona espiritual que es admirada por la capacidad de citar capítulos y versículos de la Biblia. Pero si no da el paso siguiente y permite que Dios toque la vida de otros por medio de usted, no ha captado la idea.
El crecimiento espiritual es el resultado de poner en práctica la verdad que usted recibe de Dios. El Señor quiere que regale lo que él le da, es decir, amando y sirviendo a otros, y compartiendo la verdad del evangelio. Nuestro ejemplo es Jesús, quien dijo que no vino para ser servido, sino para servir, incluso a los más desechados en su sociedad (Mt 20.28). él pudo haberse exaltado a sí mismo, pasando todo su tiempo predicando y enseñando. Pero Jesús hacía solamente la voluntad del Padre, que era revelar su amoroso corazón a un mundo arruinado. El Señor se involucró abnegadamente en las vidas de las personas, y nos llama a seguir sus pisadas.
El plan de Dios es alcanzar a todo el mundo por medio de usted. Si no fuera así, él lo habría llevado al cielo tan pronto como fue salvo. Pero usted está aquí con un propósito: compartir la vida de Cristo con los que sufren, y necesitan con desesperación experimentar el amor de Dios.
Dr. Charles F. Stanley
Amado Padre en el dulce nombre de Tu Amado Hijo, venimos confiadamente a tu trono de gracia a rogarte Padre que nos des un corazón conforme tu corazón, un corazón saturado de tu perfecto amor, del gozo de la salvación, de tu paz que sobrepasa todo entendimiento, lleno de fe, porue sin fe es imposible agradarte, misericordioso, generoso, piadoso, dadivoso, perdonador, dispuesto al servicio. Señor, preparanos, capacitanos para ser instrumento útil en tus manos en todo tiempo y en todo lugar, para tu gloria y tu honra. Amén
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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