¿Qué sucede cuando vivimos crucificados con Cristo?
Nuestra identificación con la muerte y la resurrección de Jesús es la respuesta a cada lucha que enfrentemos. De manera que, cuando aceptamos realmente por fe que Cristo vive a través de nosotros, cada aspecto de la vida será transformado.
Una nueva lealtad a Dios. Una vez que somos salvos, la vida no gira más alrededor de nuestros intereses, placeres y deseos. Jesús es ahora nuestro dueño. Aunque a menudo nos resistimos a la idea de ceder el control, rendir nuestra voluntad al Señor es una de las decisiones más liberadoras que tomaremos en toda la vida, porque Dios asume toda la responsabilidad en cuanto a nuestras necesidades, si lo obedecemos. O nuestra vida está descansando en las manos todopoderosas del Señor, o está descansando en las nuestras. ¿Quién cree usted que es más capaz de sostenerla?
Una tranquila dependencia. Cuando permitimos que Cristo gobierne en nosotros, nuestra manera de manejar las presiones de cada día cambiará. Aunque es posible que Dios permita que sigan las dificultades, Él nunca quiere que seamos aplastados por ellas. En un pequeño libro titulado Ellos encontraron el secreto, descubrí un maravilloso ejemplo de cómo Hudson Taylor, un misionero en la China, fue transformado cuando dejó que Cristo llevara su carga. Se sentía abrumado por las responsabilidades y los problemas de la misión.
Pero un amigo le preguntó: ¿Está Jesús preocupado por todas estas cosas? Le recordó a Taylor que cuando la vida de uno se convierte en la de Cristo, el creyente ya no tiene razón para angustiarse, porque nada es demasiado grande para que Jesús no pueda manejarlo. Cuando Taylor reflexionó en estas palabras, y dejó que Cristo viviera a través de él, fue transformado. A pesar de que las circunstancias difíciles continuaron, en lugar de reaccionar con ansiedad, confiaba en el Señor y descansaba en Él.
Tal vez una buena manera para determinar si está dejando que Cristo viva a través de usted, es que examine su forma de manejar las cargas. ¿No cree que Jesús ya sabe todo lo que se necesita para vivir en este mundo, con todas sus responsabilidades y tensiones? ¡Por supuesto que lo sabe! (He 4.15, 16). Es por eso que nos invita a venir a Él y tomar su yugo, para hallar descanso para nuestras almas (Mt 11.29). Recuerde que la paz que usted necesita no depende de las circunstancias. Puesto que el Espíritu Santo vive dentro en cada creyente, la paz se tiene fácilmente si decidimos apropiarnos de ella por fe (Gá 5.22, 23).
El poder de la resurrección. Quienes participan de la vida crucificada con Cristo, experimentan una nueva vida. El poder sin límites de Cristo fluye a través de su pueblo, para que puedan lograr todo lo que Él les ha llamado a hacer. Ya sean humildes o importantes nuestras tareas, Él nos fortalecerá para llevarlas acabo.
Sin embargo, en vez de depender de Él, muchas veces confiamos en nuestras capacidades y conocimientos. Pero todo lo que se logra con nuestras propias fuerzas viene a ser nada en la eternidad. Cada vez que usted piense que es capaz de hacer algo, sea humilde y confíe en el Señor. Y si una tarea le parece demasiado grande, láncese con fe a realizarla: pídale a Dios que Él actúe por medio de usted, y tenga fe en que lo hará.
Charles F. Stanley
Continua......
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
Cuando permitimos que Cristo gobierne en nosotros, nuestra manera de manejar las presiones de cada día cambiará. Aunque es posible que Dios permita que sigan las dificultades, Él nunca quiere que seamos aplastados por ellas......................................................................
Cuando hacemos esto, es cuando realmente estamos crucificados con èl, pues
ya no es nuestra propia voluntad, sino por el contrario Cristo està dentro de nosotros,
en nosotros y en el entorno a nosotros, ya nuestros intereses, se tornan los intereses
de la obra de Dios y el pròjimo, èl cambia completamente nuestra vida, pasamos de
de encontrar todo fàcil, a una vida en donde seremos tentados por el enemigo, pero
en donde Dios no nos deja, sino es nuestro pronto auxilio, es donde llevamos una