La verdad que le hace libre 1 JUAN 4.13-19
Saber que Dios ama incondicionalmente lo cambia todo. Si usted cree esta verdad, el temor ya no tiene ningún poder sobre su vida. Puede estar sufriendo, y como resultado no se sienta amado. Pero el hecho es que sí es amado, de manera personal y profunda.
No sé por qué el Señor ha permitido esa prueba, pero sí sé esto: el dolor nunca dice que Dios no le ama. Esa es la voz de Satanás. ¿Indicaba el sufrimiento de Jesús que el Padre no amaba al Hijo? No. Hay adversidades en la vida que no podemos explicar, pero ellas nunca pueden anular o reducir el amor incondicional de Dios.Saber esta verdad le comunica gozo a nuestra vida. ¡Qué maravilloso es entender que, no importa qué haga o deje de hacer, el amor de Dios por usted jamás cambia!
Este conocimiento da también libertad. Usted ya no tiene que seguir intentando estar a la altura de alguna norma para ser aceptado por Dios. Puesto que el amor del Señor no se basa en su buen desempeño, es libre de la esclavitud de tratar de hacer más para ganarlo, lo cual es imposible. Usted tiene también la seguridad y la garantía del amor inquebrantable del Padre, incluso cuando haya fracasado. Confíe en su amor, porque él nunca le dejará. El Espíritu Santo que mora en nosotros nos asegura esto cuando mantenemos nuestros corazones abiertos para escuchar.
Si alguna vez ha observado usted el mar, sabe que sus olas siguen llegando a la playa. A veces, se estrellan con una fuerza increíble, y otras veces son tranquilas. De cualquier manera, ¡no pueden ser detenidas! Del mismo modo, no hay nada que pueda hacer capaz de detener el amor que Dios le tiene.
Dr. Charles F. Stanley
Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor. Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas; Porque estoy enferma de amor.
Cantares 2:4,5
La frase en v.5 es enfática: "Estoy enferma de amor". El amor es algo de vida o muerte. Una cuestión personal; sin el amor del ser a quien se ama uno se siente solo e incompleto, con hambre de amor. La "bandera" sobre la casa donde se celebraba el "banquete" es una gozosa señal de que el amor ha encontrado un sitio propicio. Bendito sea nuestro Padre celestial y nuestro Salvador y Señor por amarnos, con amor eterno e infinito,
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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