¿Han creado sus sentimientos de culpa un muro que le impide recibir el amor incondicional de Dios? Quizás no ha aceptado todavía su perdón por algo que hizo en el pasado. Hasta que lo haga, seguirá privándose del amor que Dios quiere que usted experimente.
O tal vez el problema es que usted lleva consigo un falso sentimiento de culpa; no sabe por qué se siente avergonzado, pero lo está. El Espíritu Santo nos acusa claramente de pecado para que podamos arrepentirnos y ser libres. Pero un sentimiento de culpa vago y agudo, sin que haya una causa específica, viene del diablo. Pídale a Dios que lo limpie de ese sentimiento. ¡Jesús murió por usted para que pudiera ser libre!
Otra fuente de culpa es la enseñanza legalista. A muchas personas se les ha enseñado una versión distorsionada del evangelio, y piensan: Nunca daré la talla. Esa es la clase de mensaje que comunicaban los líderes religiosos del tiempo de Jesús: A menos que hagas esto, Dios no te aceptará; si haces eso, te irás al infierno. La vida farisaica consiste en tratar de ganar la aceptación del Señor mediante nuestro propios medios. Pero, como nadie puede agradar a Dios de esta manera, intentar hacerlo lleva a la esclavitud. Jesús vino a liberarnos de esa esclavitud. Es hora de dejar que la gracia y el amor de Dios quiten cualquier sentimiento de culpa que nos esté agobiando.
La Biblia dice que cuando somos liberados por Cristo, su libertad es completa (Jn 8.36). Rechace la mentira de Satanás de que usted no tiene la libertad que se encuentra en el amor de Jesús. Pídale al Señor que le ayude a recordar la verdad. Usted puede disfrutar del gozo de relacionarse con su Salvador.
Dr. Charles F. Stanley
Dios te bendiga
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas