Cada relación en tu vida será exitosa si estas cinco reacciones las llevas a cabo como una respuesta inmediata a los ataques.
Grandes recompensas están reservadas para todos aquellos que soportan las aflicciones y las pruebas, incluyendo el poder de Dios y la corona de vida: “Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” (Santiago 1:21). Si podemos aprender cómo tener la reacción correcta a cada situación incluyendo la de ser vituperados, daremos un paso gigantesco al éxito diario.
Aquellas acusaciones que nos producen enojo, les confirma a los oyentes que en parte somos culpables, pero una reacción gozosa es un gran testimonio de nuestra inocencia.
Dar gracias: “Dad gracias en todo [incluyendo el ser vituperados], porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús” (1 Tesalonicenses 5:18). Si nuestra primera reacción es dar gracias a Dios, tendremos la actitud correcta del corazón para poder comprender las razones profundas del por qué Dios lo permitió.
Regocijarnos: “Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!” (Filipenses 4:4). Dar gracias es una reacción de la voluntad, pero el regocijarse es una reacción del espíritu cuando hacemos una lista de los beneficios que Dios intenta darnos a través de la prueba.
Injertar rhemas: “…recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas” (Santiago 1:21). Durante el tiempo en que Jesús estuvo en el desierto de la tentación, venció a Satanás tres veces empleando las Escrituras: “Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). Nosotros hemos de seguir su ejemplo.
Clamar a Dios: “E invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás” (Salmos 50:15). Clamar a Dios es poderoso. David testificó diciendo: “Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare; esto sé, que Dios está por mí” (Salmos 56:9).
Triunfar con buenas obras: “No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal” (Romanos 12:21). Es a través de las buenas obras, que serán avergonzados aquellos “…que calumnian vuestra buena conducta en Cristo” (1 Pedro 3:16).
En el amor de Cristo........
Yoly Urbina