El poder de la gracia de Dios
Leer | ROMANOS 5.1-5
La gracia es uno de los regalos más estupendos de Dios. Ella nos da todo lo que necesitamos para vivir en libertad: el perdón de nuestros pecados, la sanidad de nuestros corazones, la compañía del Espíritu Santo morando en nosotros, y el acceso para cultivar libremente nuestra relación con Él. Trabajamos, adoramos y disfrutamos de la vida rodeados de su amor incondicional. Su gracia nos socorre, nos llena y nos sostiene.
Ya que somos un pueblo perdonado, el Señor nos responde, no como a enemigos, sino como a sus hijos (Ro 8.15; Ef 5.1).
El saber que vivimos al abrigo de la gracia de Dios nos da...
Seguridad en cuanto a nuestra posición. Nadie puede arrebatarnos de su mano (Jn 10.28).
Libertad para vivir para Cristo. Nada de lo que alguien diga o haga puede sacudir nuestra confianza en Él.
Paz para el presente, porque podemos confiar en su soberanía. El Señor está llevando a cabo su perfecta voluntad, y podemos estar seguros de que nada es capaz de frustrar sus planes.
Esperanza para el futuro. Esta vida es solamente el comienzo. Un día, veremos al Señor Jesús cara a cara, seremos perfeccionados para ser las personas que Dios quiso que fuéramos cuando nos creó, y viviremos con Él para siempre.
El Señor se ha comprometido a transformarnos, según su plan especial para nuestras vidas. Aun su disciplina es expresión de su favor misericordioso (He 12.10). Cuando flaqueamos o fallamos, podemos estar seguros de que su gracia maravillosa siempre nos rodea y ofrece redención.
Charles Stanley