El conoce el camino por donde voy; cuando me haya probado saldré como el oro —Job 22:10
Hermanos. ¡Qué seguridad tan gloriosa! Tu camino, aunque sea un camino torcido, misterioso, embrollado, de pruebas y lágrimas, —" Él lo conoce". El horno que fue calentado por siete veces, Él lo encendió. Hay un guía Omnipotente que conoce y guía nuestros pasos, bien hacia el estanque de Marah, o al gozo y refrigerio de Elim. Aquel camino obscuro para los egipcios, posée su columna de nube y fuego para Su propio Israel. El horno está ardiendo, pero no solamente podemos confiar en la mano del que lo enciende, sino que tenemos la seguridad de que el fuego no está encendido para consumir, sino para refinar; y una vez que se ha terminado el proceso de refinamiento, Él saca a los Suyos puros y limpios como el oro. Cuando ellos piensan que Se encuentra más retirado, a menudo Él está más cerca. "Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, Tú conociste mi senda (Salmo 142:3). ¿Conoces a Uno que brilla más que la luz del sol y visita nustra cámara cuando aparecen los primeros rayos vespertinos? ¿Hemos apreciado esta mirada de ternura y compasión infinita que nos sigue durante el día y sabe el camino que tomamos? El mundo, en la hora de la adversidad habla de la "providencia" "La voluntad de la Providencia," "Los golpes de la Providencia" ¿Qué es eso? ¿Por qué destronar a un Dios vivo que dirige, de la soberanía de Su propia tierra? ¿Por qué substituir una abstracción inanimada y como muerta, por un Jehová pesonal que actúa y controla? De que manea tan prodigiosa se nos sacaría el aguijón aún de la mayor prueba, si solamente viésemos como vio Job, ninguna otra mano, sino la mano Divina. Él vió aquella mano detrás de las espadas relucientes de los Sabéos; la vió detrás de la luz del rayo; la vió dando vuelos a la tempestad; la vió en el terrible silencio de su casa saqueada.
Jehová dió, y Jehová quitó; se ael nombre de Jehová bendito. —Job 1:21
Viendo de esta manera a Dios en todas partes, su fe alcanzó su climax cuando sentado sobre su lecho de cenizas podía decir, aunque me matare, no obstante confiaré en Él. —Job 13:15
Macduff
Amadas: Dios es verdadero y fiel, Él nos guardará de la hora de la prueba, Dios es nuestro escudo y ahi se apagan los dardos de fuego del maligno, siempre tengamos en mente que todo procede para bien para los que amamos a Dios, y en ese tiempo adverso es cuando deben fluir de tu boca cánticos nuevos, una alabanza y una adoración que fluye de un corazón agradecido por que Dios es fiel y cumple sus promesas, Él ha dicho nunca te dejaré, ni te desampararé contigo estaré todos los días de tu vida, si en lugar de desanimarte, de darle cabida a la tristeza, al temor, a la duda, te levantas y le adoras, le alabas, danza sn Su presencia, levantas manos en señal de aoración puedes estar segura que saldrás como el oro fino, brillando!!! reposa en Él y confía en Él y Él hará! nunca falla y nunca fallará el confiar en Él. Dios te bendiga y multiplique tus fuerzas,
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas