Y apacentaba Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madian, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino a Horeb, monte de Dios y apareciéndose el Angel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza. —Éxodo 3:1-2
La visión aconteció en medio del trabajo ordinario, y ahí es donde el Señor se complace en conceder Sus revelaciones. Él busca un hombre que se encuentre en el camino ordinario y el fuego Divino salta de Sus pies. La escalera mística puede levantarse del mercado al cielo. Puede conectar el reino del trabajo con los reinos de la gracia. Que Dios, mi Padre celestial me ayude a esperarle en el camino ordinario. No pido acontecimientos sensacionales. Comunícate conmigo por medio de trabajo odinario y del deber, acompáñame en mi viaje diario. Haz que la vida humilde sea transformada en Tu presencia.
Algunos cristianos piensan que ellos siempren deben de estar en la cima de montañas de un gozo y una revelación extraordinaria; esto no está en armonía con el método de Dios. Esas visitas espirituales a los lugares elevados y esa relación tan grandiosa con el mundo invisible no están en las promesas; pero la comunión de la vida diaria, si está. Y esto es lo suficiente. Si es conveniente para nosotros, entonces tendremos la revelación excepcionales.
Solamente hubo tres discípulos a quienes se les permitió ver la transfiguración, y aquellos tres participaron de la lobreguez de Gethsemaní. Ninguno pudo permanecer en la montaña del privilegio. Hay deberes que cumplir en el valle, Jesús encontró el trabajo de Su vida, no en la gloria, sino en el valle y allí fue completa y enteramente el Mesías. El valor de la visión y de la gloria está en su don de adaptación para trabajar y sufrir con paciencia.
Charles E. Cowman
Amado Padre celestial, en el nombre precioso de Tu Hijo Jesucristo te ruego que limpies con colirio mis ojos, purificalos oh Dios de mi salvación pemite que tu sieva vea tu gloria en donde quiera que me encuentre, fortalece mi fe, limpia con hisopo mis oidos que estén prestos a escuchar tu dulce voz y que sea obediente a tu llamado, apartame del bullicio, de todo aquello que pueda apartarme de Ti, guardame y preservame unicamente para tu servicio y usame conforme tu santa, perfecta y buena voluntad. Amén
Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas