Las Señales de los Tiempos
Ya los albores del deseado día Entre brumas comienzan a brillar; Y aquel amor que en nuestro pecho ardía, De esperanza ya torna a palpitar. Jesús vendrá, pues nos lo ha prometido, Y su palabra no puede faltar; No tardará: señales se han cumplido En la tierra, los aires y la mar. De "la higuera" la rama enternecida, Brotan renuevos que preludios son: La casta hebrea en el mundo esparcida, Vuelve gozosa a restaurar a Sion. La voz del radio resuena y proclama Esa nueva evangélica doquier; Cada isla del mar a la otra llama, Invitando a los muchos a creer. Trenes y carros anuncian el día con el rápido avión y el zepelín; De Nahum se cumple la profecía Que pronostica los tiempos del fin. También la ciencia en las alturas clama, Y se cumple lo dicho por Daniel; Y el incremento del turismo, llama nuestra atención hacia el profeta fiel. Ya las naciones airadas aprestan Esos monstruos de horrible destrucción: De los tratados de paz ya protestan, Y hay temor de una gran conflagración. Crece el pecado, el bien no se estimula, Y se enfría en los muchos el amor; Así el rico tesoros acumula Y los pobres sucumben de dolor. Vuelve el mundo con pasos de gigante, Otra Babel soberbia a edificar, Que vendrá nuestro Rey y en un instante Su regio Solio pondra en su lugar.
-- Arturo Borja Anderson --
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