La estatua del cordero
Como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció y no abrió la boca. —Isaíasd 53:7
Fuisteis rescatos... con la sangre preciosas de Cristo, como de un cordero sin mancha, y sin contaminación. —1 Pedro 1:18,19
Los visitantes de la catedral de Colonia (Alemania) a veces se asombran al hallar en ella una estatua que representa un cordero. La historia que evoca merece ser contada Mientras se construía la catedral, un cordero pastaba tranquilamente entre los adamios. De repente un obrero perdió el equilibrio y cayó sobre el cordero cuya gruesa lana amortiguó la caida. El animal murió pero el hombre se salvó.
No se si esta historia es verdadera, pero en todo caso ilustra una gran verdad que se halla en el libro de Éxodo. La pascua celebrada por el pueblo de Israel cuando salió de Egipto, exigia que en cada casa se sacrificara un cordero, cuya sangre debía ser puesta sobre los postes y el dintel de la puerta, a fin de preservar esa morada de manos del ángel exterminador. Dios mismo había provisto al pueblo un medio para salvarle de la ira divina.
El Nuevo Testamento lo explica todo. Allí Jesús es designado como el Cordero de Dios, quien por su muerte en la cruz quita el pecado del mundo (Juan 1:29,36). Pero para Jesús no se trató de una muerte accidental. Cristo ocupó voluntariamente nuestro lugar para sufrir la condena que merecían nuestros pecados. Al ofrecerse a sí mismo con sacrificio, quiso obtener la salvación de los hombres perdidos, con la condicitn de que éstos se reconozcan culpables y acepten por la fe este sacrifico. ¿Ya lo hizo usted?
La Buena Semilla
Si desea hacerlo hoy mismo puede utilizar la siguiente oración o sus propias palabras
Señor Jesús, creo que Tú eres verdaderamente el Hijo de Dios. Confieso que he pecado contra ti en pensamiento, palabra y obra. Te ruego que p;erdones todos mis pecado9s, y que me permitas vivir en una relación contigoa partir de este momento. Te recibo como mi Salvador personal aceptando la obra que realizaste en la cruz. Gracias por salvarme. Ayúdame a tener una vida que sea agradable a Ti. Amén
Dios te bendiga y bienvenido a la familia de Dios,
|