Gobierno de Francia
prohíbe Orar en las calles de París y Marsella
viernes 15 de abril de 2011
París.- Francia anunció este viernes su decisión de
prohibir las plegarias de cualquier religión en las
calles de las dos principales ciudades del país, París y
Marsella, como ya sucede en Niza, dentro de una serie de
medidas gubernamentales destinadas a favorecer el
laicismo. Ese fue uno de los puntos que el ministro del
Interior, Claude Guéant, transmitió a representantes en
Francia de las comunidades católica, judía, musulmana,
budista, ortodoxa y protestante, en una reunión para
exponerles la nueva política dirigida a garantizar la
aplicación del laicismo en el país.
Entre ellas se incluye la creación de un grupo de
trabajo interministerial encargado de aclarar, antes del
verano, las condiciones del cumplimiento del principio
de neutralidad en los servicios públicos y de proponer
las medidas jurídicas apropiadas. Para favorecer la
libertad de culto se apuesta también por la creación de
una "conferencia departamental" de la libertad
religiosa, que estaría integrada por personas elegidas
localmente y responsables de la Administración, o la
garantía de que el sacrificio de los animales según los
respectivos ritos religiosos se realiza respetando las
reglas sanitarias.
El Gobierno propone igualmente la elaboración de un
código sobre el laicismo y la libertad religiosa, que
estará disponible a finales de mayo, además del refuerzo
de la enseñanza de ese principio en las escuelas
públicas, o la formación "republicana" de los ministros
de culto, particularmente los imanes. Con ello se busca,
según un comunicado del Ministerio del Interior, mejorar
el conocimiento y la aplicación del laicismo, reafirmar
el principio de neutralidad religiosa en los servicios
públicos y garantizar el libre ejercicio de culto.
Algunos de esos aspectos estaban incluidos en las
conclusiones del controvertido debate sobre el laicismo
en la sociedad, organizado a principios de abril en el
seno de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), que le
valió al partido gobernante numerosas críticas por
considerar que tenía en su punto de mira al islám. En
ese diálogo se acordó proponer, por ejemplo, la
prohibición de menús específicos en las cantinas
públicas o la erradicación de los signos religiosos de
los servicios públicos, o que dejara de ser obligatorio
para las empresas el respetar las exigencias religiosas
de sus trabajadores.
Realidad Internacional
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