Cuando permitimos que Dios tome el control de nuestra vida y situaciones,,
sentimos una profunda satisfacciòn dentro de nosotros, porque el deber de
todo cristiano es agradar con su obediencia a Dios, y esto conlleva a estar
con gozo y alegria todos los dìas, aunque nos encontremos en medio de
tribulaciones, los lavados con su sangre pasamos a ser una sola familia,
porque de esa forma nos llamò el Señor.
araceli