Dios se humilló a sí mismo enormente esto comenzó en Navidad
Jesucristo, el Hijo de Dios, es el Creador del Universo (Juan 1:1-3). Como Dios, es Omnipotente y Omnisciente. Sin embargo, tan inmenso fue su amor por nosotros sus criaturas, que se humilló a sí mismo enormemente por nuestra causa (Fil. 2:8). Esto lo vio el hombre por primera vez cuando nació Jesús (Gal. 4:4; Lucas 2:7; Juan 1:46; He. 2:9). No vino como un poderoso rey o como un superhombre; sino que vino como un bebé que dependía de los demás para su cuidado.
Esto continuó...
■...al cumplir su propósito (Él vino al mundo como cordero de sacrificio para pagar por nuestros pecados.) (Juan 1:29) ■...en su condición de humildad a través de toda su vida - prácticamente sin posesiones, sin riquezas materiales, a menudo dependiendo de los demás para comer, beber y vestirse ■...en la manera en que la gente lo percibía (Is. 53; Mt. 26:59, 67; Sal. 22:6; Mt. 26:68) ■...dentro de su alma (Sal. 22:1; Mt. 4:1-11; Lc. 22:44; He. 2:17,18; 4:15) ■...con su muerte (Lucas 23; Juan 19; Marcos 15:24, 25) ■...con su sepultura en una tumba prestada (Is. 53: 9; Mt. 27:57, 58, 60)
Dios sufrió mucho para hacerse carne y habitar entre nosotros. Era Omnipotente, pero rara vez hizo algo para protegerse a sí mismo. Se humilló a sí mismo por nosotros.
de la red
Marita
|