
Puesta en forma
Lec tura: 2 Corintios 3:7-18 Pero nosotros... contemplando como en un esp0ejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen... —2 Corintios 3:18
Una mujer fue a un centro dietético para rebajar de peso. El director la llevó a un espejo de cuerpo entero. Allí bosquejó una figura y le dijo: "Así es como quiero que se vea al final del programa." Siguieron días de intensa dieta y ejercicios, y todas las semanas, la mujer se paraba frente al espejo desanimada porque su abultada figura no encajaba en el ideal del directo. Pero ella perseveraba, y finalmente un día logró la imagen que deseaba.
El ponernos junto al carácter perfecto de Cristo revela lo "fuera de forma" que estamos. Ser transformados a Su imagen no significa que alcancemos una perfección sin pecado; significa que llegamos a estar completos y maduros.
Dios a menudo obra por medio del sufrimiento para producir esto (Santiago 1:2-4). A veces usa los dolorosos resultados de nuestros pecados. Otras veces, nuestras dificultades pueden no estar causadas por un pecado específico, y sin embargo, pasamos por el doloroso proceso de aprender a obedecer la voluntad de nuestro Padre.
¿Estás sufriendo? Tal vez haya un proceso en marcha para ponerse en forma. Jesús era perfecto, pero tuvo que aprender la obediencia por medio de las cosas que sufrió (Hebreos 5:8). Si sigues confiando en Jesús, cada vez más adoptarás la imagen de Su hermosura.
Dennis J. De Haan

Las dificultades de la vida son para hacernos mejor, no para amargarnos. Veremos a Jesús y seremos como Él (1 Juan 3:2) Donde hay esperanza hay felicidad

Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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