Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.
--Santiago 1:2-4
En este mensaje veremos cómo Dios tiene un gran propósito al permitir que pasemos por ellas. El mensaje anterior tenía como objetivo animar a los lectores a tener la seguridad de que Dios les tiene reservado un futuro de grandes bendiciones, las cuales recibirán cuando se cumpla la etapa final de la salvación, cuando estemos eternamente con Jesucristo en la gloria.
No hay un cristiano que no tenga que pasar por alguna prueba durante su vida cristiana. Tenemos que tener claro que para Dios no hay casualidades. Si Dios lo permite entendemos que nos era imprescindible pasar por esto. Dios no hace nada sin propósito.
Las pruebas son parte de la escuela de Dios .Ahora, el creyente está en la "Escuela de Dios". Tenemos que saber que él nos está formando y forjando para que seamos como su Hijo, y nos transforma día a día para que mostremos al mundo cómo es su Divina persona. Cuando hacemos un biscocho y probamos sus ingredientes antes de ser mezclados, decimos "que malos son"; pero sabemos que son necesarios para lograr un sabroso y hermoso resultado.
Las pruebas son una condicionante para ser glorificados .Él nos prepara para llegar al cielo y nadie heredará el cielo sin pasar por momentos de prueba. Así lo expresa Romanos 8:17 cuando dice: “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”.
La aflicción nos lleva a buscar el rostro de Dios . Cuando somos afligidos, como seres humanos tendemos a pensar, a meditar en aquellas causas por las cuales podemos estar pasando por la aflicción; de esta manera, actuamos en pro de mejorar y Dios pasa la prueba.
Amados hermanos, seamos sabios sepamos gozarnos en las pruebas, buscar de Dios Su propósito y mientras tanto estemos dispuestos a ser sumisos, obedientes y agradecidos por lo que Dios hace con nosotros.
Al final de todo, seremos más que bendecidos.
Gracias hermanita Marita.
Por tu mensaje lleno del amor de Dios, lleno de paz, esperanza y de luz.
Dios estará siempre contigo hermanita Marita.
Dios te bendiga hermanita.
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico