Dad a César lo que es de César
Esta fue la respuesta dada por Jesús a los judíos que vinieron a preguntarle acerca del pago de los impuestos a los romanos, quienes dominaban Israel en aquella época. Jesús los animó a que se sometiesen a esa autoridad, incluso si les costaba. Hoy en día esa frase es un proverbio en nuestro idioma. Es correcto dar a cada uno lo que se le debe, especialmente a las autoridades. Pero la frase que Jesús dijo tiene una segunda parte: “A Dios lo que es de Dios”.
Quizá nos sintamos orgullosos de ser buenos ciudadanos porque cumplimos con nuestros deberes cívicos y pagamos puntualmente los impuestos. Pero, ¿hemos pensado en nuestras obligaciones respecto a Dios? Fue él quien creó todas las condiciones necesarias para la vida, es él quien da vida a todo ser humano y lo mantiene con vida. Él da el sol, la lluvia y hace que las cosechas crezcan y maduren. ¿Qué le damos a cambio? Nosotros, pobres criaturas, por lo menos deberíamos dar las gracias a nuestro Creador y comportarnos convenientemente conforme a la magnífica naturaleza en la cual nos desarrollamos.
Y, sobre todo, ¿cómo reaccionamos respecto al favor divino que sobrepasa todos los demás, es decir, el don de su unigénito Hijo, Jesucristo, como Salvador? Seamos más conscientes de toda la bondad de Dios hacia nosotros y esforcémonos en darle el honor y el agradecimiento que se merece.
La Buena Semilla
Dios los bendiga hoy y siempre,
Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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