De vuelta al trabajo
Lectura: Lucas 21:15-20 Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. —Lucas 2:20
Si regresas hoy a trabajar, ¿qué llevarás contigo de la Navidad? Unos cuantos regalos y algunos buenos recuerdos, o algo más? Me gusta la manera en que J. B. Philips traduce Lucas 2:20: "Los pastores volvieron al trabajo glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, cosas que habían sucedido tal como se les había dicho".
Después de oír el anuncio del ángel del nacimiento del Mesías, después de visitar Belén, donde encontraron al bebé acostado en un pesebre, después de contar las increíbles cosas que habían oído de este niño, después de todo eso, los pastores volvieron al campo, a las ovejas y a su rutina diaria.
Pero regresaron de aquella primera Navidad con algo nuevo: corazones llenos de alabanza por lo que habían experimentado. Sus circunstancias eran las mimas, pero ellos eran diferentes: Habían encontrado a Cristo el Señor.
¿Has encontrado a Cristo esta Navidad, tal vez por medio de Su Palabra o de una nueva apreciación de Su venida? Cuando alguien pregunte: ¿Cómo te fue en la Navidad?", ¿Qué le contestarás? Con Cristo en tu corazón puedes regresar al trabajo con gozo y una palabra de testimonio para los demás, glorificando y alabando a Dios por todo lo que tú has oído y visto.
David C. McCasland
No hay nada, ni nadie que pueda darnos la paz que tanto anhelamos, aún en las tormentas de la vida Su paz nos invade como el gozo de la salvación, como no vivir contentos si Su gracia es más que suficiente, reconocer cuán grande es Su amor hacia nosotros, que siendo pecadores envió a Su Hijos a morir por ti y por mi, como no vivir con corazones humildes y agradecidos si siendo el Rey de reyes vino a esta tierra por amor a ti y a mi, de Su trono al pesebre, del pesebre al Calvario, del Calvario a la Cruz y de la Cruz a Su trono celestial! donde está preparando nuestra morada, suficiente razón para soportar cualquier prueba alabándole y exaltándole porque Él está vivo y lo que nos espera es tan glorioso, que nada se compara con ese maravilloso momento cuando podamos verle cara a cara, y doblar rodillas ante Él alabándole en espíritu y verdad porque sólo Él es el Hacedor de milagros y de prodigios, sólo aÉl daremos gloria y honra por los siglos de los siglos. Amén
Entregale tu corazón hoy mismo! y se una persona nueva, y vive esa vida en abundancia que sólo Cristo sabe dar.
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