Esté seguro
Te amo, oh Jehova, fortaleza mía, Jehová, roca mía
y castillo mío, y mi libertador. Dios mío fortaleza mía
en él confiaré; Mi escudo y la fuerza de mi
salvación, mi alto refugio.
—Salmo 18:1-2
Dios puede fortalecernos hasta el punto que
podamos progresar aún durante la prueba.
El salmista dijo de Dios:
Quien hace mis pies c omo de ciervas....
Pues me ceñiste de fuerzas para la pelea.
(Salmo 18:33,39)
Las pruebas y las afliciones no vienen para
causarnos inestabilidad. Son oportunidades
para probar la fortaleza de Dios. No
tenemos que vacilar en nuestra confianza.
Nada nos detendrá de progresar hoy
porque Dios es nuestra fortaleza.
Que tengas un día maravilloso, centrado en
Cristo Jesús, Señor nuestro,

Ministerio Mujeres en Victoria