El Espíritu Vencedor
Leer: Filipenses 3:7-14
Pablo era un hombre que tenía un espíritu vencedor. A lo lago de todo su ministerio enfrentó incontables obstáculos, pero nunca se rindió. Veía la vida cristiana como una carrera, igualmente cada uno de nosotros nece- sitamos tener este mismo espíritu.
*Valentía: Un espíritu de vencedor está dispuesto a arriesgarse al fracaso. Aunque por naturaleza queremos parecer fuertes y competentes, Dios se deleita en capacitarnos en nuestras debilidad para que Él reciba la gloria.
*Confianza: Lo más probable es que fallaremos si dudamos de nuestra capacidad de hacer lo que Dios exige. Sin embargo, si nuestra confianza está puesta en el Señor, no en nosotros mismos, podemos seguir adelante, sabiendo que Él nos capacitará para que podamos hacer su voluntad.
*Dedicación: El Señor promete guiarnos cuando proseguimos a la meta, darnos todo lo que necesitemos y fortalecernos a lo largo del camino. Pero debemos estar dedicados a Él y decididos a hacer su voluntad.
*Pedrseverancia: El camino que estamos recorriendo está lleno de distracciones, y obstáculos que nos tientan a tirar la toalla. Es por eso que Pablo nos aconseja "proseguir a la meta" en medio de las dificultades, hacia lo que es de valor eterno (v.14).
Charles F. Stanley
La clave para triunfar en esta carrera es el deseo ferviente de alcanzar la meta. Si no le damos ningún valor al premio, fácilmente nos rendire- mos y nos conformaremos con la gratificación inmediata que el mundo ofrece. Pero si entendemos lo que nos espera en el cielo, persevera- remos en el camino. Todo lo que pasemos en esta tierra es temporal, no importa cómo lo pasemos, seamos perseverantes y siempre recordemos que Dios de todo nos saca trinfantes, el propósitos de las dificultades es que maduremos y crezcamos espiritualmente para alcanzar la estatura del Varon perfecto Jesucristo, nada es comparable con la gloria que nos espera de ver cara a cara a nuestro Señor y Salvador, y delei- tarnos en la presencia del Padre, unidos al coro celestial alabándole y adorándole en espíritu y en verdad, en un mismo canto Santo, Santo, Santo es nuestro Dios! Esfuerzate y se valiente que juntas caminaremos esa calle de oro y sobre ese mar de cristal! Aleluyaaaa

Ministerio Mujeres en Victoria Somos siervas de Dios que trabajamos por la restauración integral del Cuerpo de Cristo y especialmente en la restauración de la mujer en todas las áreas
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