|
El Evangelio De Hoy domingo 17 De Marzo De 2013.
V DOMINGO DE CUARESMA.
¡Bienvenidos. Hermanos y hermanas en Cristo Jesús!
El Señor este con Uds.Nos hemos reunido para leer la Palabra y alimentarnos de Cristo Resucitado que fortalece nuestra vida y nos compromete a vivir y a llevar una vida Espiritual llena de amor y paz.Con alegría leamos la palabra.
Habla Señor, qué tu siervo escucha”.
Señor, creo en las Sagradas Escrituras que voy a leer, se que contiene Tu Santa Palabra. Haz que la escuche con todo respeto y amor. Ilumina mi mente para que por medio de ella yo conozca Tu Santa voluntad, y mueve mi corazón para que yo cumpla con fidelidad lo que Tú quieres de mí. Espíritu Santo, ilumina con Tu luz mi cabeza y enciende mi corazón para que la palabra de Dios pueda entrar y quedarse siempre en mí, para conocer por medio de Tu Palabra, Tu Divina voluntad, lo que puedo y debo, lo que debo y puedo modificar, y que no depende de mi cambiar, como debo conducirme en los acontecimientos de la vida. Señor, aquí tienes mi corazón abierto, dispuesto a Escuchar Tu Palabra con corazón sencillo y con la voluntad decidida para obedecerle...En TI esta la Luz y la salvación. Amen, y Amen.
Primera Lectura.
Isaías 43, 16-21 *Mirad que realizo algo nuevo y apagaré la sed de mi pueblo*
Así dice el Señor, que abrió camino en el mar y senda en las aguas impetuosas; que sacó a batalla carros y caballos, tropa con sus valientes; caían para no levantarse, se apagaron como mecha que se extingue. "No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo. Me glorificarán las bestias del campo, chacales y avestruces, porque ofreceré agua en el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed de mi pueblo, de mi escogido, el pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza." Palabra de Dios.
Meditación
Dios se presenta a su pueblo con los títulos que ya conocemos y que ostenta con derecho propio: Redentor y Santo. Porque es santo hará justicia a su pueblo. Porque es Goel esa justicia será liberadora. Apenas pronunciada la palabra liberación, profeta y pueblo tienen ante sí el recuerdo de sus grandes gestas históricas, su salida de Egipto y el paso del mar Rojo. Con mentalidad oriental se presentan aquellos acontecimientos motivados directamente por Dios como si las causas segundas no existieran. Fue Yahveh quien lo hizo. ¿Qué importan las circunstancias históricas o los fenómenos naturales concomitantes? ¿Acaso no está todo en manos de Dios? El fue quien abrió "camino" en el mar y apagó la mecha egipcia. Pues bien, viene a decir el profeta, olvidaos de todo aquello porque de hecho lo olvidaréis cuando contemplen vuestros ojos lo que Dios está a punto de realizar. Aquella liberación no será sino sombra de la que va a llevar a cabo vuestro Dios con vosotros. La amnesia que se pide al Israel desterrado no es olvido de los beneficios pasados sino fe en los que aún están por venir.
Lo que quiere destacar el autor es que no hay que quedarse en los acontecimientos del pasado por más maravillosos que hayan sido; quedarse en los acontecimientos y no en Dios es una forma sutil de idolatría, lo que hay que recordar es a Dios que es quien las hizo, hace y hará. El éxodo es el acontecimiento arquetípico y por eso es modelo de acontecimientos nuevos, no es algo en lo que Dios se ha estancado en el pasado. La “sola memoria” puede ser peligrosa, no puede ser un permanecer “estancados”, no tiene valor si no va acompañada de la esperanza, si no prepara a futuro.
Salmo:125
*El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres*
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos." El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres. Que el Señor cambie nuestra suerte, como los torrentes del Negueb. Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares. Al ir, iba llorando, llevando la semilla; al volver, vuelve cantando, trayendo sus gavillas.
Segunda Lectura
Filipenses 3, 8-14 *Por Cristo lo perdí todo, muriendo su misma muerte*
Hermanos: Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la de la Ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe. Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos. No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo corriendo a ver si lo obtengo, pues Cristo Jesús lo obtuvo para mí. Hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba llama en Cristo Jesús. Palabra del Dios.
Meditación
La oposición que hace Pablo aquí entre ventaja-desventaja, provecho-pérdida, conocida por los rabinos, no describe un enriquecimiento o empobrecimiento de la personalidad como tal, sino una ganancia o una pérdida en el juicio de Dios. Estas ganancias o ventajas, adquisiciones de "perfección" o progresos en la misma, no sólo se le han anulado al apóstol, sino que hasta han llegado a convertirse en pérdidas. Pablo no sólo se desinteresa de las ventajas judías, sino que las rechaza para sí con horror. El pueblo de Israel fue conociendo a Dios a partir de una constante experiencia: la de ser salvado por el poder de Dios en momentos de extrema debilidad. El nuevo pueblo de Dios se ha hecho a partir de otra experiencia suprema del mismo poder: el conocimiento de la fuerza de su resurrección. Cada vez que un cristiano intenta mantenerse fiel a Dios, vivir esperanzado, perdonar a sus enemigos, ahogar el mal a fuerza de bien, amar y hacer el bien a quienes no puedan devolvérselo, poner en riesgo su vida, salud, fama o bienes por amor o por la causa de la justicia, vivir en paz y alegría en medio de las dificultades, participa de la fuerza de la resurrección, resucita con Cristo . Pablo, a partir de su encuentro con Cristo resucitado en el camino de Damasco, opera en su vida una profunda transformación y no desea otra cosa que ganar a Cristo. En comparación con el conocimiento de Cristo toda ganancia le parece pérdida y toda ventaja un inconveniente. Si antes se glorió de ser un hijo de la Ley y de su propia justicia, ahora todo esto le parece basura. Para Pablo no hay otra justicia que la que viene de Dios como una gracia para todos los creyentes.
Jesucristo, el Señor resucitado ya ha alcanzado a Pablo; por eso ahora Pablo, en respuesta al Señor, tiene que procurar dar alcance a Cristo.
Continua en la siguiente pagina | | | | | | | | | | | | | |
| |
El Evangelio De Hoy domingo 17 De Marzo De 2013. |
|
|
Primer
Anterior
2 a 2 de 2
Siguiente
Último
|
|
Continuacion de la pagina anterior .
El Evangelio De Hoy domingo 17 De Marzo De 2013.
V DOMINGO DE CUARESMA.
Santo Evangelio:
Juan 8, 1-11 *El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra*
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?" Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: "El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra." E inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos. Y quedó sólo Jesús, con la mujer, en medio, que seguía allí delante. Jesús se incorporó y le preguntó: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?" Ella contestó: "Ninguno, Señor." Jesús dijo: "Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más." Palabra del Señor.
Reflexión.
La liturgia nos invita hoy a acoger las cosas nuevas que el Señor quiere hacer por nosotros. La primera lectura nos habla ya en este sentido. La segunda lectura nos refiere una cosa nueva, que es la conversión de Pablo. Y el evangelio, otra cosa nueva: la liberación de la mujer adúltera. Dios es un Dios creador, un Dios que no se fija en el pasado, sino que tiende siempre a crear cosas nuevas, más bellas que las antiguas. Dice en el oráculo del profeta Isaías: «No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo». Las cosas pasadas eran cosas muy bellas para los judíos. Isaías nos hace pensar de modo particular en el Éxodo, en la maravillosa liberación del pueblo de la esclavitud de Egipto: «Así dice el Señor, que abrió camino en el mar y senda en las aguas impetuosas». Pero todo eso es pasado, y no hay que pensar en ello como si fuera lo único real. El Señor quiere hacer cosas todavía más bellas.
Dios es siempre no sólo creador, sino también salvador, liberador. Así quiere ser también para nosotros. Nosotros necesitamos constantemente ser creados de nuevo, pero también ser salvados, liberados.
En el evangelio vemos que Jesús no vino al mundo para juzgar, sino para salvar, como dice él mismo: «Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por medio de él» (Juan 3,17).
Lo vemos en un caso muy concreto, real, en el que se aprecia la gran diferencia de perspectiva que existe entre los letrados y los fariseos, por una parte, y Jesús, por otra. Una mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. Los letrados y los fariseos se preocupan de condenarla y hacerla morir. «Colocándola en medio, le dijeron: “Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú, ¿qué dices?”». Los letrados y los fariseos querían encerrar a Jesús en su propia perspectiva de juicio y de condena. Saben que Jesús tiene un corazón misericordioso, pero le ponen frente a la ley de Moisés, que manda lapidar a las mujeres adúlteras (la ley de Moisés no era, ciertamente, tierna, y preveía la pena capital para muchas culpas, a fin de cortar el mal de en medio del pueblo). Sin embargo, Jesús no ha venido a juzgar y a condenar, sino a hacer posible una vida nueva, un nuevo comienzo, una nueva creación. Por eso encuentra en esta circunstancia el modo de liberar a aquella mujer, sin contradecir, no obstante, la ley de Moisés. Propone a los acusadores que apliquen esta ley, pero añade una condición: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra». En consecuencia, no se opone aquí —al menos de una manera directa— a la lapidación, pero pone una condición: el que quiera juzgar y condenar debe estar exento de culpa.
Al final se queda Jesús solo con la mujer allí en medio. El evangelio nos hace asistir a un diálogo conmovedor. Jesús es el único que no tiene culpa, el único que podría tirar la primera piedra contra la mujer. Sin embargo, le dice: «Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: Tampoco yo te condeno». Pero inmediatamente después añade algo importante: «Anda, y en adelante no peques más». Jesús no se contenta con liberar a la mujer del castigo merecido, sino que le enseña el camino justo que debe tomar: la libera de la tentación del pecado. Al final de este episodio, que corría el riesgo de acabar muy mal para la mujer, ella se corrigió a buen seguro en su interior, fue liberada por dentro de sus tendencias pecadoras. Las palabras de Jesús «Anda, y en adelante no peques más» se han convertido para ella en un programa de vida, de una vida bella, libre del pecado, generosa.
La relación de fe con Cristo es una relación que libera a la persona del pecado y la establece en el reino del amor y de la gracia. Pablo comprende que Cristo es verdaderamente el salvador y que, para ser salvados, es preciso seguirle y adherirse a su misterio pascual: «Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos»
Este domingo se nos invita a una renovación interior: debemos dejar el pasado pecaminoso para acoger la novedad creada por Dios, el misterio pascual de Jesús. La salvación nos viene del amor de Cristo. El nos amó hasta el extremo, hasta morir por nosotros en la cruz, para crear un corazón nuevo y un espíritu nuevo para y en nosotros. Con ello nos ha dado la posibilidad de salvarnos y de vivir en la acción de gracias a Dios.
Señor, gracias por este Evangelio que me confirma tu actitud ante el pecado, como no te interesa las caídas sino las levantadas. Aquí estoy, arrepentido de todo lo bueno que he dejado de hacer, confío en tu misericordia, te quiero y deseo amarte con un corazón más puro, te suplico me des esa gracia.
Ayúdame, Jesús, a experimentar tu misericordia para que pueda dispensarla a los demás,y valorar auténticamente la misericordia necesito tomar conciencia de mi debilidad y poca correspondencia a tu gracia. Ayúdame a tener un encuentro personal contigo, como lo tuvo la mujer del Evangelio. Mi soberbia y mi sensualidad frenan mi deseo de conversión. Señor, dame el don de saber enmendar mis faltas al experimentar tu amor profundo.
Señor Jesucristo, te necesito. Te abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Señor y Salvador. Gracias por perdonar mis pecados. Toma el control del trono de mi vida. Hazme la clase de persona que quieres que sea.” Padre lleno de amor, tú que te complaces en la misericordia y no te dejas ganar en generosidad y compasión, perdona siempre nuestras faltas y todo aquello con lo que herimos a tus hijos alejándonos así de tu casa y de tu mesa, así, con la luz de tu Espíritu Santo reconoceremos que tu amor es más grande que nuestras faltas y volveremos a ti con un corazón contrito y humillado. Gloria y alabanza a ti, Señor. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor.Amen,y Amen .
GRACIAS SEÑOR POR ESCUCHARNOS
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico
* Te agradecería compartieras con tus amistades este mensaje. Con el mayor de mis respetos.
Saludos, Dios los Bendiga. *
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA.
Si deseas escribirme, hazlo a este correo.
Así, responderé oportunamente.
Gracias
Hermes281955@hotmail.com
Si no deseas seguir recibiendo estos envíos, escribe a hermes281955@hotmail.com solicitando tu retiro de mi lista. | | | | | | | | | | | | | |
Nota Importante:
Las imágenes que utilizo en este mensaje, son a modo de ilustración, y no para adoración.
“No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra: No te inclinarás á ellas, ni las honrarás; porque yo soy Yahvé tu Dios”. Exodo 20:4-5 | |
El Evangelio De Hoy domingo 17 De Marzo De 2013. |
|
|
|
|