Las tribulaciones son una forma en la que Dios nos prueba en ciertas áreas de nuestra vida para así moldearnos conforme a su voluntad, pero muchas veces pensamos que Dios no nos quiere, que se ha olvidado de nosotros, que solo quiere fastidiarnos, etc. ¿Cómo puedo cambiar esta mentalidad? ¿Cómo puedo saber si realmente Dios está de mi parte? Simple y sencillamente tengo que aprender a confiar en el Padre, a tener fe para creer que Dios puede hacer las cosas que para nosotros son imposibles.
Nuestros problemas pueden ser tan graves que tal vez no veamos la mano de Dios venir sobre nuestra vida, pero debemos tener paciencia, porque Dios no tarda en contestar nuestras oraciones, solo es cuestión de perseverar en la fe. Dios nos formo a todos a su imagen y semejanza, y a cada uno nos dio una porción de fe, la cual es nuestra tarea ensancharla para la Gloria de Dios.
No debemos desviarnos del camino de Dios, porque El tiene grandes planes para nuestra vida, y muchas veces permite estas situaciones para que aprendamos a confiar en Él, o porque hay algo en nuestra vida que necesita ser cambiado porque no es grato ante Dios. Pensémoslo, meditémoslo, y orémosle, pues la voluntad de Dios es que nosotros seamos abundantemente bendecidos. “He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová.” Salmos 128:4
Él es el único que puede hacer que las circunstancias se despejen y volvamos a ver todo color “rosa”. Dios tiene el poder para quitar nuestro problema y solucionarlo de la noche a la mañana, pero eso no significa que será rápido, a veces podrá tardar días, meses o incluso años.
Debemos permanecer en la oración. Tenemos que permanecer con una oración ferviente, no la volvamos un rezo o una monotonía de todos los días orando las mismas palabras. Se trata de que oremos por nuestro problema declarando con nuestra boca que saldremos de esa tribulación.
No olvidemos que Dios fue quien nos creó, y que es El que provee alimento, vestido, estudios, trabajo y muchas cosas más en nuestra vida, por lo cual debemos estar siempre agradecidos con El por todas las cosas que nos ha dado. Vivamos en obediencia, si pecamos, levantémonos y no volvamos atrás. Fortalezcámonos en la Palabra, para que sepamos elegir sabiamente.
Dios es un Dios de promesas, y las cumple, confiemos en El aún en las tribulaciones.
Dios los bendiga amados hermanitos en Cristo-
Gracias hermanita Perla por tu bella amistad.
Dios te siga bendiciendo grandemente.
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico
GRACIAS POR TU AMISTAD, FELIZ DIA.