Fe vs. Razón
Leer | 1 CORINTIOS 1.18-29
Hebreos 11.1 describe a la fe como “la certeza de lo que
se espera, la convicción de lo que no se ve”. Otra forma
de decir eso, es “saber que Dios honrará su Palabra”.
La razón puede ser la enemiga de la fe, porque ella
trata de “superar” a la confianza en Dios, impulsándonos
a confiar en la inteligencia humana. Este tipo de
pensamiento lógico pone la confianza en el hombre, pero
debido a que no somos omniscientes ni todopoderosos, eso
lleva a la incertidumbre y a la intranquilidad.
Mientras tanto, Dios espera con paciencia que el hombre
reconozca su necesidad de un Salvador, y que responda
después con fe. La razón dice: “Yo puedo hacerlo”. La fe
dice: “Para Dios todo es posible” (Mt 19.26). La razón
dice: “Date prisa, y toma lo tuyo antes de que se
acabe”. La fe responde: “Mi Dios, pues, suplirá todo lo
que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo
Jesús” (Fil 4.19). La razón se retuerce nerviosamente
las manos, y dice: “¡Tiene que haber una manera mejor!”
La fe mira a Jesús, y le oye susurrar: “Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida” (Jn 14.6).
La Palabra de Dios dice que el mensaje de la cruz es
locura a los que se pierden. No tiene sentido en
absoluto para ellos, porque Satanás ha cegado sus ojos a
la verdad. Pero, para nosotros, que somos salvos, el
evangelio es el poder mismo de Dios (1 Co 1.18).
En 1 Corintios 1.19, Dios dice: “Destruiré la sabiduría
de los sabios, y desecharé la inteligencia de los
entendidos”. Puede parecer que quienes son del mundo
llevan las de ganar ahora, pero vendrá el día cuando se
marchitarán como la hierba. Solo los que pertenecen a
Cristo tienen la salvación eterna. Necesitamos compartir
esta verdad, por amor, con los demás.
Charles Stanley
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