Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas…
– Jeremías 30:17
Dios quiere que nosotros estemos bien. El quiere que seamos saludables y fuertes en todo aspecto de nuestra vida: fuerte en el espíritu, fuerte en la fe, fuerte en la Palabra, fuerte en la redención, fuerte en el amor de Dios.
El desea que estemos bien mentalmente y que seamos fuertes y estable en nuestro estado de ánimo.
El desea que tengamos una voluntad sana, una voluntad que se acople a la voluntad de El.
El desea que nuestro cuerpo esté bien. Lo desea libre de las ataduras del dolor,
de la enfermedad y de los afanes; libre de las preocupaciones
y aflicciones de esta vida terrenal.
Nuestro Padre celestial quiere que todos estemos bien.
Es más, en este día y hora, Él necesita que todos estemos bien, que vivamos en victoria y sanidad para que enseñemos a otros cómo hacerlo.
Estamos llegando al tiempo en que esa clase de conocimiento es una necesidad.
Es hora de que el Cuerpo de Cristo deje de andar cojeando y deje de ignorar las maquinaciones del diablo y de estar desprevenido contra sus ataques.
Dios nos dice que cuanto más avancemos, más peligrosas serán las cosas en el mundo. Es necesario que los creyentes crezcan en las verdades de la redención y en cómo vivir por la fe, para que podamos vivir de la manera grandiosa y victoriosa que El ha planificado para nosotros.
Jesús se dio a sí mismo hasta la muerte para que nosotros pudiéramos estar bien.
El resucitó, y está siempre haciendo intercesión por nosotros para que podamos estar bien.
Él desea que seamos sanos y fuertes para que seamos testimonio de su amor, su gracia y su poder en estos últimos días a un mundo lleno de terror.
Recibamos el poder sanador de Jesús en todos los aspectos de nuestra vida.
Empecemos a aplicarlo por la fe en este momento. Comprometámonos a estar bien y a fortalecernos en todo aspecto de nuestra vida.
Gracias hermanita Sara por permitirnos de disfrutar tus bellos mensajes llenos del amor de Dios.
Gracias a tus mensajes hemos alimentado más nuestra alma espiritual.
Dios continúe llenándote de muchas bendiciones.
Gracias por tu amistad.
Hermes Sarmiento G.
De Colombia
Cristiano católico