Los hijos de Dios debemos estar dispuestos a confiar en Dios, el Gran Yo Soy,
Jehová Rapha nuestro sanador, para que vuelva a colocar nuestras vidas rotas
"para que fuesen hech[a]s conforme [...] a la imagen de Su Hijo (Romanos 8:29).
Uno de los propósitos de Dios con el dolor es colocar la marca de la imagen
de Jesús en nuestros corazones. ¿Podemos llorar con los que lloran? Puede que
Dios tenga que surcar nuestras mejillas con nuestras propias lágrimas para que
podamos identificarnos auténticamente con los demás, tal y como Jesús lo
hizo ¿Somos autosuficientes? Puede que Dios tenga que despojarnos de nuestra
seguridad para conformarnos a la suficiencia de Dios que Cristo mostró.
¿Somos carentes de fe? Puede que se requiera una tragedia para
enseñarnos a confiar en el Padre tal y como lo hizo Jesús.
La próxima vez que te sientas quebrantado, no entres en pánico
—¡Alábale! ¡Dios está obrando!
Que tengas un día rico en bendiciones!
Perla