Esta es la llave para que todo el plan tenga éxito, cuando alguien está
encomendado al Señor, hay que dejarlo en las manos del Señor. Si tu te
apuras, preguntas o te preocupas, es porque no estás confiando en Dios, y
tu petición vuelve a tus manos — y las manos de Dios están imposibilitadas
con tu incredulidad. La fe es creer que lo recibes antes de verlo
(véase: Hebreos 11.1).
¡No permitas que el mal quebrante tu espíritu! Debes recorder que el
pronunciar la Palabra de Dios es unir tu fe a tu confesión. “Para que la
participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que
está en vosotros por Cristo Jesús” (Filemón 6). Dios ya ha comenzado a
obrar, luego desde el dia en que la persona fue encomendada a Dios, ya
no es necesario pedir más. Dale gracias cada día repite las escrituras
poniendo el nombre de la persona en el versículo.
Repite (Hebreos 4:4) creyendo que lo has recibido antes que el resultado
sea presenciado por tus oídos y ojos. Continua dando gracias a Dios
en cada versículo hasta obtener lo que deseas.
A los justos les será dado lo que desean. Proverbios 10:24b