Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que reciberemos mayor condenación.
Santiago 3:1 Las elevadas normas del liderazgo: A los líderes se les juzga con una norma más alta que aquellos que los siguen. En 1 Timoteo 3 y Tito 1 se le presta mucha atención a los detalles, pero aquí Santiago recuerda a quienes están en posición de liderazgo, que serán considerados responsables en lo que toca a seguir el ejemplo de Jesucristo, tanto en el espíritu y la conducta que manifiesten, como en sus palabras y actitudes. A los gobiernos, los militares y los dirigentes de negocio, rara vez se les juzga por sus vidas personales. A los líderes en el reino, sin embargo, se les juzga no tanto por lo que logran llevar a cabo, como por el carácter que revelan, es decir, de acuerdo a lo que son, y no a lo que hacen. Esta alta norma se aplica no tanto a los logros del líder como a la condición de su corazón y su espíritu. Es posible alcanzar grandes logros y aun mantener un comportamiento ortodoxo y, no obstante manifestar un espíritu impío y carente de amor. Pero si no hay problemas con el corazón del líder, el buen comportamiento vendrá siempre detrás, y se manifestará el buen liderazgo.
PERLA
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