Damos gracias a Dios por canalizado a través de Gabito su hermosa bendición de darnos un lugar donde poder reunirnos, para darle la suprema alabanza y la suprema adoración, la gloria y la honra por sus señales, prodigios y milagros, porque sólo Jehová es nuestro Dios que nos guarda del mal, que destruye al devorador, que nos guía por sendas de justicia por amor a Su nombre, sólo Él suple nuestras necesidades, nos corona de favores. Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y engrandecido sea el Dios de mi salvación Es quien nos libra de enemigos, quien venga nuestros agravios, nos exalta sobre los que se levantan contra nosotros, nos libra de varón violento. Por tanto, le confesaremos entre las naciones, gritaremos a los cuatro vientos que Sólo Él nos lleva a lugares espaciosos; llena de paz, gozo y amor nuestro corazones y en medio de cualquier tormenta Él está como poderoso Gigante, extendiendo su brazo de justicia y si caemos Él nos levanta con Su infinito y eterno amor, siempre está presto a escuchar nuestro clamor y responde en Su maravilloso tiempo, el tiempo exacto, perfecto y maravilloso. Dios es bueno.
Amados, Si este lugar ha sido de bendición para tu vida deja un pequeño comentario, un saludo, unas palabras de agradecimiento al Poderoso de Israel, a Jesucristo nuestro Señor y Salvador porque el dulce Nazareno se pasea en este lugar y aquellos que le buscan le encuentran, Bienvenidos sean todos y esperamos sus comentarios sugerencias, opiniones para continuar esta labor y engradecer el nombre de nuestro Rey de reyes y Señor de señores.
El amor que el Señor quiere que Sus discípulos tengan unos con otros es diferente al sentimiento romántico que se demuestra entre una pareja de enamorados o el afecto fraternal que existe entre amigos o familiares. Es un amor sin egoísmo. La palabra griega que Juan empleó en el mandamiento de Jesús es "ágape", la clase de amor que caracteriza a Dios, que no espera nada a cambio. Esto fue lo que el Señor mostró a Sus discípulos cuando "puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos. Es la clase de amor que exhibió cuando fue a la cruz a morir por nosotros. Busca hoy a alguien a quien puedas demostrarle este amor sin egoísmo. Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. —Gálatas 6:2