Tu cerebro es una máquina que nunca se detiene y su función
es generar continuamente ideas, pensamientos, recuerdos, etc.
Todo este contenido de tu mente ejerce un efecto en ti, que será
positivo o negativo según cuál sea el pensamiento, idea, recuerdo, etc., generado.
Una persona no puede decidir qué contenido va a aparecer en su mente,
pues es algo que surge sin más, de manera que cuando aparecen
contenidos negativos, ¿estamos destinados a sentirnos
mal irremediablemente? No necesariamente. Ante un contenido negativo,
las personas reaccionan de maneras diferentes. Algunas de estas formas de
reacción son perjudiciales y acaban creando más problemas de los que ya
teníamos. Por ejemplo, las siguientes:
Tratar de eliminar ese contenido a toda costa. Hacer esto es como cuando
alguien te dice que no pienses en un elefante verde. Por el simple
hecho de pronunciar esa frase, ya has pensando en un elefante verde
y mientras alguien te diga que no pienses en él lo estarás haciendo aunque
no quieras. Lo mismo sucede cuando te dices a ti mismo: no pienses
en tal o cual cosa. Luchar por eliminar un pensamiento, solo
lo hace más fuerte y más presente.
Recurrir a alcohol o drogas que perjudican su salud o a distracciones que son
también un modo de sacar el contenido de la mente y hacer que se desvanezca
como por arte de magia. Puede funcionar durante un instante,
pero siempre vuelve y cada vez más fuerte y descontrolado.
Recurrir a afirmaciones positivas. Es decir, tratan de engañarse a
sí mismos repitiendo algo en lo que en realidad no creen. Por mucho
que repitas que puedes volar no vas a hacerlo, ni te lo vas a creer.
Entonces, ¿qué puedes hacer?
Hay algo que puedes hacer y que además resulta muy fácil
de realizar. Para hacer la prueba sigue estos pasos:
1. Piensa en algo negativo. Tal vez algún problema que te
preocupe o cualquier cosa que te hace sentir mal.
2. Ponle una etiqueta a lo que piensas y sientes. Por ejemplo: "Estoy pensando
acerca de lo que me dijo mi pareja y la discusión que tuvimos. Lo que siento
es una mezcla de resentimiento y tristeza." Esto te ayuda a poner
una distancia entre tu pensamiento y
emociones, por una parte, y tú como persona por otra, a darte
cuenta de que un pensamiento es solo un pensamiento y una emoción
es solo una emoción y que por tu mente pasan continuamente todo
tipo de emociones y pensamientos cambiantes e incluso opuestos, como
alegría y tristeza, pensamientos de ser un fracasado o de orgullo de ti
mismo, mientras que tú eres la misma persona sea cual sea
el pensamiento o emoción que sientas.
3. Repite lo que has hecho en el punto 2, y luego centra completamente tu
atención en lo que sucede en el presente: los ruidos ambientales, el peso
de tus pies en el suelo, la temperatura, tu respiración, la ropa
sobre tu piel, etc. Es decir, usa tus sentidos para ser consciente de
todo lo que hay ahora a tu alrededor y en tu cuerpo.
Esto hará que la tensión y el estrés que estabas creando en tu lucha
contra tus pensamientos y emociones desaparezca. Entonces te sientes
mejor y eres más capaz de trabajar en ese pensamiento, (procesar lo sucedido,
buscar otros puntos de vista, sacar nuevas conclusiones, encontrar
soluciones, o tan solo dejarlo ir sin luchar contra él ni tenerle miedo).
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