Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

NUESTRO RINCONCITO PREFERIDO
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 EMISORA CADENA DIAL 
 
 
  Herramientas
 
General: Lo nuestro es un amor para la historia
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: enri pas  (Mensaje original) Enviado: 13/08/2011 20:16

Francisco Alvarez Hidalgo

Era un clamor, una mujer entera,
que se hace oir, y se hace ver; un viento
que impulsa, envuelve, esparce y aglomera;
era delicia y a la vez tormento;
era fragilidad de cristalera
y fortaleza en cada sentimiento;
era voz sin censura ni querella;
y al conocerla, me quedé con ella.

Y me quedé contigo

La tarde era un adiós, y tú no lo eras;
yo era llegada, tú eras acogida,
de todo yo desnudo, tú vestida
de tu gloria de senos y caderas.

Y me quedé contigo. Las palmeras
se mecían al aire; estremecida,
el agua en el embalse recogida,
era un quebrarse azul de cristaleras,

y era un silencio verde la espesura;
al interior, mi cerco a tu cintura,
anaconda estrechando los anillos.

Y luego, en explosión voluptuosa,
una riada cósmica, espumosa,
y un desmoronamiento de castillos.


Los Angeles, 9 de junio de 2007

Soneto Nº 1707








Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados