Pues Dios dijo: "No te acuses demasiado ni pienses que tu pena y tu dolor son tu culpa. Haga lo que hagas, el sufrimiento tendrá su parte". Este lugar es una prisión y la vida es una larga penitencia pero es preciso que este penar no sea en vano y que nos alegremos ya en la curación. Esta sanación es precisamente que Dios está con nosotros, cuidándonos y guiándonos hacia la plenitud del gozo.
Dios, que ahora nos protege, será nuestra felicidad luego para una alegría que no tiene fin. Dios es nuestro camino, nuestra meta en el amor verdadero y en la confianza segura. Volemos hacia el Señor, que seremos consolados; acerquémonos a El para que podamos ser purificados; estemos fuertemente asidos a El para que nos salve de todo peligro. Nuestro Señor tan cortés quiere que estemos con El tan a nuestras anchas como pueda imaginar el corazón o desearlo el alma pero no descansemos en esta familiaridad tan de vez en cuando que olvidemos nuestra propia cortesía porque Dios es tan en extremo amistoso y tan cortés como amigo. El quiere que los que El ama sean en todo como El y ser perfectamente semejante a nuestro Señor es verdadera salvación y supremo gozo.
LA SANACIÓN ES QUE DIOS ESTÁ CON NOSOTROS. ¿Cómo te ha ayudado hoy el saber que Dios está contigo? ¿Hubo momentos en los que olvidaste el pensamiento para el día de hoy? Si es así, recuerda que Dios está contigo en cada situación. ¿En qué cambian las cosas? ¿Qué te ha sucedido hoy que puedas considerarlo como una pena provechosa? ¿Te ayuda en algo pensar así?
ORACIÓN DE LA NOCHE
COTÉS AMANTE, GRACIAS POR TU PRESENCIA A LO LARGO DEL DÍA. AYÚDAME A VER QUE TODO ME LLEVA HACIA TI Y QUE TÚ ME LLEVAS HACIA LA GLORIA CON LA QUE QUIERES ALEGRARME. QUE PUEDA HACER PARTÍCIPES DE TU AMOR A MI PRÓJIMO. QUE ELLOS PERCIBAN CÓMO ME ELEVA TU CORTESÍA Y QUE TAMBIÉN SIENTAN EN MÍ TU AMOR POR TODAS LAS CRIATURAS.