No tienen por qué ser timidos con Dios como ciertas personas que piensan que eso es humildad. La Humildad no está en que si el Rey les hace una merced no hay que aceptarla, sino que hay que aceptarla, entender cuán sobrada les viene y deleitarse con ella. ¡Donosa humildad, que me tenga yo al Emperador del cielo y de la tierra en mi casa, que viene a ella por hacerme merced, por holgarse conmigo y que por humildad no le quiera responder, ni estarme con El, ni tomar lo que me da, sino que lo deje solo y que estándome diciendo y rogando le pida por humildad me quede pobre y aún le deje ir de que ve no acabo de determinarme!
No tengan nada que ver con esa clase de humildad, sino traten con Dios como un padre, como un hermano, como un señor y como un esposo, a veces de una manera, a veces de otra, que El les enseñará lo que han de hacer para contentarlo.
Píndale la palabra, es el esposo de sus almas, que los trate como tales. Miren que les va mucho tener entendida esta verdad: que está en el Señor dentro de nosotros y que allí nos estemos con él.
NO SEAS TIMIDO CON DIOS.
Señor, que nada turbe el silencio de esta noche. Que nada me espante.
PORQUE TU ESTAS CONMIGO Y YO ESTOY CONTIGO. QUE NO ME INTIMIDE TU PRESENCIA. MAS BIEN, DEJA QUE HABLE CONTIGO EN CONFIDENCIA, CONFIANZA Y AMOR. PORQUE TU ERES MI PADRE Y MADRE, MI HERMANO Y HERMANA, MI SEÑOR, MI ESPOSO. EN CUALQUIER MODO QUE TE AGRADE, ENSEÑAME QUE DEBO HACER PARA COMPLACERTE. POR MAS INDIGNO QUE SEA, HUMILDEMENTE TE PIDO QUE LLENES ESTA NOCHE CON LOS DONES DE TU AMOR, CON EL DON DE TI MISMO. PORQUE SI TE TENGO A TI, SEÑOR DIOS, NADA ME FALTARA. SOLO TU BASTAS.-
Qué hoy las flores florezcan en tu corazón !!!
De: Teresa de Ávila.
Glo |