Cuando oren, pueden representarse delante de Cristo, acostumbrarse mucho de su sagrada humanidad, traerlo siempre consigo, hablar con El, pedirle por sus necesidades, quejársele de sus trabajos, alegrarse con El en sus contentos y no olvidarlo por ellos. Nunca dejen que el gusto que encuentren en estos dones les hagan olvidar a quien se los da pero ésto puede no suceder, no estén ansiosos. No procuren oraciones compuestas, sino palabras conforme a sus deseos y necesidad. Es una execelente manera de aprovechar y muy breve pero no les vaya todo el tiempo en ésto porque no les parece ---como es oración sabrosa--- que ha de haber día de domingo, ni rato que no sea trabajar. Represéntese delante de Cristo, sin cansancio del entendimiento se estén hablando y regalando con El, sin cansarse en componer razones, sino presentar necesidades y la razón que tiene para no sufrirnos allí. Lo uno un tiempo y lo otro porque no se cansen el alma de comer siempre un manjar.
NO SEAS ANSIOSO.
Señor, que nada turbe el silencio de esta noche, que nada me espante.
Ahora que este día acaba y yo reclamo tu presencia, no dejes que esté ansioso acerca de lo que voy a decirte. Sé que no necesito procurar oraciones compuestas. Tú escucharás las palabras que yo tenga conforme a mis deseos y necesidad. No necesito quedar exausto invocando tu presencia ni cansar mi entendimiento componiendo discursos para ti. Deja que simplemente te pida por mis necesidades y me queje ante ti de mis trabajos pero que también me alegre contigo en mis contentos sin olvidarte por ellos. Porque si te tengo a ti, Dios, nada me faltará. SÓLO TÚ BASTAS.
Qué hoy las flores florezcan en tu corazón !!!
De: Teresa de Ávila.
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