Para estas mercedes tan grandes que el Señor me ha hecho, es la puerta la oración; cerrada ésta, no sé cómo hará, porque aunque quiera entrar a regalarse con un alma, y regalarla, no hay por dónde.
Si queremos que Dios venga a nosotros, ¿por qué dejar la oración? Por cierto, si no es por pasar con mayor trabajo las pruebas de la vida, yo no lo puedo entender y por cerrar a Dios la puerta para que en ella no les dé contento. Cierto, a los que tratan la oración, el mismo Señor, por un poco de trabajo, les da gusto para que con El pasen los trabajos de la vida.
Por lo tanto, entiendan el gran bien que hace Dios a un alma cuando la dispone a tener ORACION CON VOLUNTAD, aunque no esté tan dispueta como es menester. Sin ella persevera --- a pesar de los pecados, tentaciones y caídas de mil maneras ---tengo por cierto que el Señor la lleva al puerto de la salvación. He visto claro que no deja Dios sin premio, aún en esta vida, ¡ y qué gran premio que basta un momento de aquel gusto y suavidad para quedar pagados todos los trabajos que en la oración puede haber !
LA ORACION ES LA PUERTA PARA QUE EL SEÑOR NOS HAGA GRANDES MERCEDES.
Señor, que nada turbe el silencio de esta noche. Que nada me espante.
Que nada me distraiga de pasar estos últimos momentos del día contigo, en oración. Ayúdame a abrir la puerta a través de la cual puedo vislumbrar tu presencia y a través de la cual tú puedes entrar en mi alma. Que no te deje afuera. Aunque sea por un momento, aquí y ahora al final del día, déjame silenciar las mil voces que me impidieron recordar a lo largo de esta jornada que vivo siempre en tu presencia.
BENDICEME CON EL DON DE LA ORACION. Con ella te tengo a ti; Dios; nada me faltará. SOLO TU BASTAS.
Qué hoy las flores florezcan en tu corazón !!!
De: Teresa de Ávila.
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