Nuestro Señor me dijo una vez, consolándome que no me fatigase, que en esta vida no podíamos estar siempre en un ser, pues la vida del espíritu no va por un camino llano; que unas veces tendría fervor y otras estaría sin él; unas veces estaría con desasosiegos, y otras con quietud y tentaciones, más que esperase en él y no temiese.
No entendemos nuestras propias necesidades o lo que deberíamos pedir.

Dejésmosle todo a nuestro Señor que nos conoce mejor que nosotros mismos. UN CORAZÓN HUMILDE ESTÁ CONTENTO CON LO QUE DA y espera favores especiales como si fueran un derecho.


Pero que haré Señor,si en muchos días no hay en mi oración sino sequedad, disgustos, desconsuelo y aún no podré tener un buen pensamiento, me resulta casi imposible buscarte.

Creo que es lo mejor rendirse del todo a que no podamos nada por nosotros solos y entender, en otras cosas meritorias porque por ventura, nos quita el Señor la oración para que entendamos y conozcamos por experiencia lo poco que podemos por nosotros mismos.

Aléngrese, consuélense y tengan por grandísima merced de trabajar en el huerto de tan gran Señor.

ES BUENO QUE NOS SINTAMOS DÉBILES.

Señor que nada me turbe el silencio de esta noche. Que nada me espante.

Como quisiera que este día se haya ido, no me dejes estar ni desanimado ni presuntuoso. No podemos estar en un ser; la vida del espíritu no va por un camino llano. No sabemos qué es bueno para nosotros, qué deberíamos pedir en un día determinado o en un momento dado.
No importa que hayamos estado fervorosos o desasosegados, en paz o sacudidos por la tentación, arrobados en oración o sin palabras en ella.
Lo que importa es, como quiera que haya sido mi día, como sea que me encuentre al venir la oscuridad, que yo espere sin cesar en ti y no tema.
Porque si te tengo a ti Dios, nada me faltará.
SÓLO TÚ BASTAS.

Qué hoy las flores florezcan en tu corazón !!!

De: Teresa de Ávila.