No tengan miedo, mis hermanos y hermanas de que cuando digan a Dios;
"hágase tu voluntad", no les dé riquezas, ni deleites, ni honras, ni todas estas cosas de acá; no los quiere tan poco y tiene en mucho lo que le dan, y quiere pagárselos bien, pues les da su reino aún viviendo.
¿Quieren ver cómo trata Dios a los que de veras le dicen ésto?
Pregúntenle a su Hijo glorioso, que se lo dijo durtante la oración del huerto.
Como fue dicho con determinación y de toda voluntad, miren si la cumplió bien en él en lo que le dio de trabajos y dolores, de injurias y persecuciones, hasta que se le acabó la vida con muerte en la cruz.
Pues ven aquí, mis hermanos y hermanas, a quien más amaba lo que dio,
por donde se entiende cuál en su voluntad.
Así que éstos son sus dones en este mundo.
Da conforme al amor que nos tiene conforme al ánimo que ve en cada uno y al amor que tenemos a Dios.
A quien le amare mucho verá que puede padecer mucho por él, al que amare poco, poco.
Tengo yo para mí, que la medida del poder llevar gran cruz o pequeña, es la del amor.
QUE NUNCA OLVIDE CÓMO DIOS RESPONDIÓ A LA ORACIÓN DE
SU PROPIO HIJO.
Señor, que nada turbe el silencio de esta noche. Que nada me espante.
Al acabar este día, que no tenga miedo rezar "que se haga tu voluntad"
en MI VIDA.
Pero no dejes que diga esta oración demasiado fácilmente, olvidando cómo respondiste a las plegarias de tu propio hijo.
No debería esperar que me des riquezas, ni deleites, ni honras, ni todas estas cosas de acá. Más bien, tú puedes responderme como respondiste a tu Hijo glorioso.
Aun así, mi Padre celestial, "que no se haga mi voluntad sino la tuya"
porque si te tengo a ti; Dios, nada me faltará.
SÓLO TÚ BASTAS.
Qué hoy las flores florezcan en tu corazón !!!
De: Teresa de Ávila.
Glo