Una vez entendí estas palabras:
"Mientras se vive, no está la ganancia en procurar gozarse más, sino en hacer mi voluntad".

Mis hermanos y hermanas, que la voluntad de Dios, a quien pertenecemos, se cumpla en nuestras vidas.
Esto significa abandonarnos en las manos de Dios, haciendo lo mejor con nuestros dones, olvidando en cuanto sea posible nuestro propio interés, renunciando enteramente a nosotros mismos, a nuestras ventajas, nuestro bienestar y nuestra felicidad aparente.

DEBERIAMOS HACER UN DON DE NUESTROS CORAZONES VACIÁNDOLOS DE NOSOTROS MISMOS PARA QUE PUEDAN SER LLENADOS POR DIOS.

¡Qué fuerza tiene este don! No puede menos, si va con la determinación que ha de ir, de traer al Todopoderoso a ser uno con nuestra bajeza y transformarnos en sí y hacer una unión del Criador con la criatura.

¡Qué deseable es esta unión! Alcanzarla es vivir en este mundo y en el otro sin cuidado de ninguna clase.
No hay fórmula secreta, oculta o misteriosa.
Nuestro único bien consiste solamente en hacer la voluntad.
Tomará lo que le demos. Mas no se dará del todo hasta que nos hayamos dado del todo a él.

QUE LA VOLUNTAD DE DIOS SE CUMPLA EN MI VIDA.

Señor, que nada turbe el silencio de esta noche.

Ayúdame a tomar valor de tu presencia amorosa en la oscuridad que me
rodea al final de un nuevo día.
No dejes que venga miedo de unir mi vida a la Tuya, de vaciar mi corazón
para hacerte lugar.
Tú no forzarás tu presencia en mí.
Irás solamente donde se te invite y se te reciba.
Para hacerte un don completo de mi corazón, necesito más valor del que
tengo, necesito la fuerza que sólo tú puedes dar.
Escucha mi oración.
Si te tengo a ti, Dios, nada me faltará.
SÓLO TÚ BASTAS.

Qué hoy las flores florezcan en tu corazón !!!

De: Teresa de Ávila.
Glo