Una de las cosas que generan infelicidad, es permitir que alguien te diga qué es lo que te haría feliz. Porque la verdadera felicidad no es algo que puedas perseguir de una cierta o determinada manera.
La felicidad es tuya cuando optas por ella. Si, de veras es así de simple.
Cuando logras dejar de lado la idea de que esto o aquello te hará feliz, sucede algo realmente asombroso. Súbitamente eres libre para ser feliz sin ninguna condición.
Las cosas buenas que asocias con la felicidad no harán que seas feliz. Muy por el contrario, ocurrirán una vez que te permitas serlo.
Poner condiciones a tu felicidad la mantiene a una cierta distancia de ti. Descarta las condiciones, y la felicidad será libre de fluir en tu vida.
Deja de intentar conceptualizar qué significa ser feliz o qué hará que lo seas. Simplemente decide ser feliz, y comprenderás exactamente lo que ello significa.
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